Desaparecida en Badajoz

Ninguna pista de Manuela en la batida en Badajoz

Desde que su familia denunció el martes su desaparición, efectivos de la Policía Nacional han llevado a cabo varias búsquedas oculares por los márgenes del río Guadiana. Además, ayer un helicóptero se desplazó desde Sevilla para inspeccionar la zona.

Después de cinco días sin noticias de Manuela, este viernes se ha llevado a cabo la primera búsqueda conjunta coordinada por la Policía Nacional, en la que han participado más de un centenar de personas con la esperanza de encontrar alguna pista que les ayude a dar con el paradero de la desaparecida. «No la conocía, pero creo que mientras más ojos mejor. Salgo a caminar todas las mañanas pero hoy he decidido venir aquí porque toda ayuda es poca«, contaba Vicenta Fonseca mientras miraba entre la maleza que asoma bajo el puente de Puerta Palmas.

La batida, que se ha centrado en los márgenes del río Guadiana, ha dividido la búsqueda en seis sectores. Para ello, han separado a los voluntarios en grupos de diez. Varios grupos han sido los encargados de caminar río arriba hasta la cantina de Gévora, mientras que otros han seguido el curso del río hasta el azud para terminar en el puente 25 de Abril.

El río era el lugar por el que Manuela paseaba casi a diario, de ahí que el dispositivo para localizarla se centre en este punto de la ciudad. «Se ha decidido empezar por aquí porque es la zona en la que habitualmente caminaba, pero no hay una certeza de que pueda estar aquí», señalaba el coordinador Jefe de Protección Civil, Jerónimo Hernández.

Los hijos de la desaparecida, visiblemente afectados, también han estado presentes en la batida. Les han acompañado familiares y amigos, que afirman que aún se encuentran en estado de shock. «No hay ninguna pista, tan solo que ella dijo que salía a pasear, pero lo hizo sin llevarse ni móvil ni documentación«, explica el amigo de la familia Ángel Pardo que la intuición es lo que les está llevando a buscar por el río.

Para los amigos de la familia la búsqueda conjunta llega tarde, pues Manuela desapareció hace cinco días. «Este tipo de batidas se deberían de haber hecho antes. La familia lo ha hecho por su cuenta desde el primer momento. Ya hemos mirado por aquí», explica.

San Isidro y la Estación de Renfe han sido otros de los puntos de Badajoz en los que los hijos han buscado a su madre. «Han recibido llamadas de gente diciendo haberla visto. Llaman mucha gente, pero pueden ser confusiones», sentencia Ángel Pardo.

Con unos prismáticos revisaba también las orillas David Vinagre, compañero de colegio en la infancia del hijo de Manuela. «He venido para ayudar. Ha llovido mucho en los últimos días y eso dificulta la búsqueda porque ha cambiado la altura del río y el agua se la ha podido llevar a culaquier lado»., señalaba Vinagre esperanzado.

Con ayuda de un palo, retiraba Manuel los restos de maleza que tapan las orillas del río. «He pedido el día libre en el trabajo porque me parece importante que todos aportemos nuestro grano de arena, para que la familia la encuentre y descanse», sentencia.

Este militar, que conoce a la familia, considera importante que para que la búsqueda sea efectiva se empleen todos los medios posibles. «Echo en falta la unidad canina y barcas en el río, porque nuestra búsqueda solo puede ser visual», afirma preocupado.

Un rastreo que en el azud del Guadiana la Policía Nacional inspeccionó con ayuda de un dron, con el que tampoco se obtuvo ningún indicio. Todo apunta que la búsqueda se reanudará por la tarde, pero esto aún está por confirmar.