Educación decide finalmente que la Escuela de Idiomas vaya al Provincial

Han estudiado otros lugares, pero finalmente se han decantado por rehabilitar la zona aún por arreglar del antiguo Hospital.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la Consejería de Educación. En la Escuela Oficial de Idiomas saben que es un proceso largo, pero están ilusionados. El próximo curso empezará de nuevo en el Palacio de Godoy, donde están apretados en doce aulas sin ascensor ni accesibilidad. Para atender la cantidad de alumnos que tienen entre las 18 y las 20 horas, el centro tiene que desplazar algunas de sus clases al instituto Zurbarán. Así se mantendrá de cara a septiembre, cuando inaugurarán la enseñanza de español para extranjeros.

Esta modalidad ya se impartía en las sedes de Cáceres y Plasencia, y era una petición insistente de la escuela en Badajoz. La dirección ya tiene confirmado que el próximo curso podrán iniciar estos estudios.

«Es de justicia porque somos la ciudad más grande y no lo tenemos. Haremos incluso alguna prueba de clasificación», indica la directora de la escuela, Isabel Mena. En septiembre se apretarán como puedan. «La política del equipo directivo es que no podemos esperar a cambiar de ubicación para hacer cosas nuevas. De lo contrario, perdemos oportunidades».

La escuela de idiomas está creciendo tras el paréntesis de la pandemia. Este curso han tenido 1.900 alumnos y 38 profesores, que en la mayor parte de los casos carecen de despachos u oficinas de departamentos.

En el Hospital Provincial necesitan entre 16 y 18 aulas, que se ubicarán en el edificio B del complejo.

La Diputación terminó la pasada semana la cesión de ese inmueble a la Junta para usos educativos y sanitarios por 75 años. El traspaso de la titularidad no obliga a que allí se instale la escuela de idiomas o el centro de salud, aunque la Junta está decidida a ello. Podrían ser otras, siempre que tengan uso educativo o sanitario.

Ya tiene redactado el pliego para la licitación de la redacción del proyecto que conlleva las sedes de la escuela de idiomas y el centro de salud. El SES será el encargado de publicarla. Una vez que tengan el proyecto, convocará el concurso de obras, cuya finalización no tiene aún fecha.

Aun así, la Junta dispone de un máximo de siete años para realizar las obras, según los términos de la cesión. En ese tiempo tendrá que dejar prácticamente el edificio en su estructura y reconstruirlo siguiendo las nuevas necesidades. Se encuentra en mal estado y, además, no está protegido desde el punto de vista patrimonial porque fue la última zona en construirse.

El complejo histórico se compone de dos edificios anexos diferenciables por su sistema constructivo, cuya división se encuentra en la sala de exposiciones Vaquero Poblador.

El que sigue siendo de titularidad provincial, y donde se organizan las actividades culturales, dispone de fachadas a las calles Manuel Fernández Mejías, Plaza de San Atón y plaza de Minayo. Por su parte, el edificio B (el cedido a la Junta), da hacia las calles Manuel Fernández Mejías, calle Sor Agustina y calle Pedro de Valdivia.

De todas formas, hay que tener en cuenta que, aunque el edificio histórico continúe siendo de la Diputación, esta ha cedido la primera planta también a la Junta de Extremadura para ubicar oficinas del Sexpe. Por otra parte, la Diputación se reserva parte del sótano existente bajo la calle Sor Agustina, donde se localiza el centro de transformación del edificio, y de la calle Manuel Fernández Mejías donde la Diputación conserva espacio para aparcamiento de vehículos.