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Natalia Reigadas
BADAJOZ.
Lunes, 24 de marzo 2025, 07:33
Cielo, Marcos y Luis no quieren cambiar de colegio. Estos niños pacenses estudian en el Luis de Morales, pero tienen autismo. La solución es pedir plaza en otros centros, pero sus familias no quieren hacerles pasar por un cambio de centro. Por ello los padres de esta escuela de Badajoz piden que se cree una aula TEA en este mismo colegio.
Las aulas TEA (Trastornos del Espectro Autista) son recursos que se crean dentro de centros escolares ordinarios, pero que suponen un apoyo, al menos unas horas al día, para los escolares que tienen este tipo de trastorno. Así, pueden continuar su educación en su centro, pero con el apoyo que necesitan, un método que aboga por la integración.
El problema en este caso es que hay tres escolares en el Luis de Morales con TEA, pero no hay aula en el colegio, por lo que deben pedir plaza en otro centro. Aseguran que la escuela les ha ofrecido todos los medios que tiene, pero que necesitan más apoyo. Sin embargo, no quieren marchase porque los menores están adaptados a este entorno y un cambio les perjudicaría.
Es el caso de Marcos, el hijo de Lorena Macías López, una de las madres que encabeza esta petición. «Cuando le hablo a mi hijo de ir a otro colegio, se echa a llorar», explica. Y añade que tiene una relación muy estrecha con su ATE (auxiliar técnico educativo). Teme que un traslado provoque un retroceso en su hijo.
Para tratar de mantenerse en el colegio se reunieron con representantes de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, pero no han logrado avances. «Nos dijeron que el año anterior habían abierto cuatro aulas TEA, pero que ahora no cuentan con recursos», explica Macías.
Por este motivo las familias afectadas han iniciado una campaña de recogida de firmas y ya suman más de 2.000 apoyos en una semana. Muchos padres, explica la madre de Marcos, se sienten identificados. «Si para cualquier padre es importante la elección del colegio de tu hijo, so es aún si tiene necesidades especiales: de eso depende su futuro».
Las familias afectadas argumentan que el sistema actual les otorga un colegio al azar, y además cuando exista plaza, por lo que deben esperar y pueden acabar en un centro en cualquier zona de Badajoz, lejos de su entorno.
«Ahora mismo solo hay unos pocos colegios con aula TEA en Badajoz y nos dan la opción de pedir plaza en alguno de ellos. Para que esto ocurra necesitaríamos dos plazas en ese nuevo cole para cada niño (la del aula TEA y la de la clase ordinaria), plazas muy escasas y con mucha demanda», añaden.
«Esta es la solución que nos da la administración. Un cambio de colegio sin saber ni a que colegio van a ir, solo sabemos que irán a donde haya hueco. Al final tenemos que dejar el futuro de nuestros hijos en manos de una plaza al azar», denuncian las familias del Luis de Morales.
«Nuestros hijos están perfectamente adaptados a su colegio, a los profesionales que trabajan en él y a sus compañeros que llevan con ellos desde que empezaron, en algún caso desde hace seis años. Están escolarizados junto a sus hermanos, que los tienen como referencia en muchas ocasiones del día a día. Están felices y no entendemos por qué para seguir aprendiendo tienen que renunciar a todo esto. Este cambio de colegio supondría para ellos un gran trastorno y muchos meses de intentos de adaptación a las nuevas rutinas, compañeros, maestros, instalaciones, comedor», argumentan.
Estos cambios, que para cualquier niño ya suponen un desorden, en niños con autismo pueden llegar a suponer «meses de trabajo duro de adaptación, sin asegurar que sea completa y de calidad. Las rutinas en los niños con autismo son muy importantes y cualquier cambio podría suponerles un gran e innecesario esfuerzo. Por no hablar de las carencias a nivel social que caracterizan a este trastorno y que llevarían a nuestros hijos a encontrarse totalmente desubicados dentro de su nuevo colegio».
«Solo pedimos que se nos conceda un aula en el colegio en el que ahora mismo están escolarizados y ahorrarles todo ese trámite y cambios innecesarios por los que no se obliga a pasar a ningún niño sin discapacidad. Nuestros hijos tienen el mismo derecho que el resto de niños de aprender de forma amable, tranquila, junto a sus amigos y maestros de siempre y con la calidad de enseñanza que se les ofrece a cualquier otro niño», concluyen.
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