Feijóo se va de Badajoz sin aclarar al PP quién será su candidato

Esa última frase en boca del presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, cayó este jueves como un jarro de agua fría en el auditorio del Palacio de Cristal del Hotel Río, lleno hasta la bandera de populares extremeños y de populares pacenses.

Todos sabían que iban a un mítin en clave nacional, pero algunos esperaban que el presidente prestara algún respaldo a su coordinador local, Antonio Cavacasillas. Y lo que nadie esperaba era que agradeciera de esa manera el papel del alcalde de Ciudadanos sin referirse a su número uno en Badajoz ni a sus concejales.

Feijóo comenzó en la capital pacense una gira para hacer campaña contra los puntos calientes nacionales y apenas habló de asuntos locales. «Hoy Badajoz es una gran capital de España, moderna, saneada, con los impuestos más bajos. Es una capital que a pesar de la falta de cuidado de la CHG hacemos lo que podemos en los paseos del río», dijo.

Arrancó algunos aplausos. Pero fue de las pocas referencias que hizo a la ciudad de Badajoz, donde los militantes del PP llevan un mes esperando a alguien de Génova. El 27 de octubre tuvieron que suspender el acto de presentación del organigrama local del partido a una hora de su celebración porque desde Génova lo habían pedido hasta que alguien del partido nacional pudiera arroparle. Este jueves estuvo en Badajoz el principal cargo del PP nacional y no hubo ninguna referencia al partido local ni desveló pistas sobre su candidato.

La jornada de este jueves fue un mitin limitado a las intervenciones de la presidenta regional, María Guardiola, y de Feijóo sin dar paso ni subir al escenario al coordinador local ni al presidente provincial, Manuel Naharro. Ni siquiera para darles la bienvenida a la ciudad. En cambio, en el acto que Feijóo celebrará el sábado en Madrid está anunciado su alcalde, José Luis Martínez Almeida, junto a la presidenta Ayuso.

Naharro y Cavacasillas le esperaron en la puerta del salón para ir detrás de él en el largo paseo que dio Feijóo hasta la primera fila. El presidente fue alternando los selfies con los besos. Hasta una mujer que llevaba mascarilla se la quitó para plantarle uno en cada mejilla.

Los gritos de 'presidente, presidente' le interrumpieron en varias ocasiones. «Cuando tú seas presidente, que lo vas a ser, y yo sea presidenta de esta región, que lo voy a ser», le dijo María Guardiola en su discurso para levantar al auditorio con un 'presidenta, presidenta'. «Vamos a tener que hablar mucho, me temo -continuó-. Y van a llamar a la puerta de tu despacho. Ya está aquí otra vez la Guardiola, ya está aquí otra vez la extremeña. Lo siento, presidente, pero voy a ser muy pesada. Quiero acabar con esta España asimétrica y acabar con el gobierno autonómico dócil y silencioso, que no hace nada». 

La presidenta regional del PP nombró a Fernández Vara, de quien dijo que aporta soluciones «más preocupantes que los problemas. Las maquetas de los proyectos no se materializan. Extremadura necesita un cambio. Nos lo pide la calle», dijo Guardiola.