Los niños reconquistan la feria de San Juan en su día

Fue el caso de Pepi que atravesó el arco de la portada de Puerta de Palmas por primera vez este año. De su mano, sus tres hijas de 3, 10 y 11 años. «Es el primer día que venimos, hemos esperado al Día del Niño porque la feria sale algo más económica y con tres niñas, la cuenta sube mucho».

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Sin presupuesto cerrado, Pepi calculaba que volvería a casa con 100 euros menos pero después de que toda la familia se lo hubiese pasado en grande.

El precio de las atracciones que tampoco se ha librado este año de la inflación, se movía este martes entre los 2 euros de los cacharritos para los más pequeños a los 4 o 4,5 euros de los más espectaculares. El precio no estaba exactamente a la mitad, pero sí con descuentos y eso se notó en las colas para montarse en la mayoría de las atracciones.

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«El ticket es más barato pero el viaje dura menos», decía convencido Antonio, mientras esperaba a que sus dos hijos salieran de los cochecitos de Aladín. «Por lo menos se les quita el deseo de montarse en todo y no duele tanto el bolsillo», añadía.

El ambiente del Día del Niño empezó antes de lo que suele ser habitual porque la primera tarde del verano 2022 fue de primavera y eso adelantó la llegada al ferial.

Las calles fueron un hervidero y las atracciones estuvieron llenas de niños en el día en el que se sintieron patronos de barco, bomberos en un camión de su tamaño, aventureros sobre el lomo de un dragón o fagocitados por el cuerpo del gusano loco.

Sin ruido para favorecer el disfrute de la feria a los niños con trastorno del espectro autista, los sonidos de la feria en las calles de los cacharritos fueron ayer el chillerío de los niños soltando adrenalina, los avisos de inicio y fin de los paseos de cada atracción y la animación de las tómbolas.

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A carcajada limpia bajaron de 'Él ratón vacilón', María y su abuelo Lorenzo. La montaña rusa preferida de los niños puso a prueba el miedo de Lorenzo que, a sus 73 años, le tocó acompañar a su nieta en el vagón.

«No solo te baja muy rápido, es que te pone de espaldas y da yuyu», comentaba Lorenzo. Su nieta le imitaba cerrando los ojos y apretando las manos. «No da yuyu, es muy divertido», opinaba María, que el sábado cumplirá 10 años y lo celebró ayer por adelantado en la feria con sus abuelos.

La feria se contó por viajes. «Tenemos que elegir cinco, que si no nos da para la hamburguesa», le decía Hugo a sus amigos, que por primera vez iban solos a la feria sin sus padres. Tienen entre 12 y 14 años y tenían claro que iban a subirse a «La cárcel» y a la jaula del barco pirata.

El día también fue bueno para las tómbolas. Muchos niños recorrían la feria con una serpiente gigante de peluche cargada al cuello y los que no, se conformaban con el globo que habían conseguido en el tren de la bruja.

El Día del Niño sirvió para que los más pequeños revivieran San Juan y celebraran el fin de las clases. La mayoría volvió a casa con la promesa de regresar el viernes.