Recibimiento a los trece bomberos del CPEI de Badajoz desplazados desde el pasado jueves a Valencia. E. D.
Efectivos del CPEI de la Diputación de Badajoz

Bomberos pacenses: «Vimos a mucha gente andando sin rumbo por una avenida de barro»

Los trece bomberos extremeños desplazados el jueves a Valencia relatan a su regreso la magnitud de la tragedia y las labores realizadas

Miércoles, 6 de noviembre 2024

«Aquello es como un escenario de guerra». Con esta frase trataba de resumir la situación en Valencia uno de los bomberos extremeños que han regresado a la región tras varios días ayudando en las tareas de localización de personas. Jornadas complicadas en un escenario difícil de olvidar. «Hay que estar allí para poderlo describir», reconoce José Manuel Bellorín, jefe de guardia del CPEI de Badajoz, «vas con la idea de una inundación, pero a día de hoy aún no tengo una visión global de todo, solamente de las dos localidades en las que hemos estado».

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Paiporta y Catarroja son esas dos poblaciones afectadas por la Dana a las que llegaron los trece bomberos extremeños el pasado jueves, apenas 24 horas después de la tragedia. Junto a ellos viajaron dos perros especializados también en la búsqueda de personas, una tarea que hicieron de manera diferente a lo que pensaban inicialmente. «Creíamos que haríamos una búsqueda más técnica por fuera, pero al haber transcurrido cierto tiempo, nos asignaron funciones de búsqueda y rescate en garajes subterráneos que estaban inundados», explica Bellorín.

Esta fue su principal tarea, pero su llegada fue sobre todo un balón de oxígeno para unos vecinos sobrepasados por la magnitud de la tragedia. «Es una situación de un tsunami que ha venido y ha descolocado todo aquello que ha encontrado a su paso», relata este bombero. Así, no han dudado a la hora de prestar primeros auxilios, coordinar búsqueda de medicamentos o suministrar agua y alimentos; además, han ayudado a abrir cancelas y puertas para aquellas personas que aún no habían podido comprobar el estado de sus tiendas.

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Un bombero de la Diputación de Badajoz ayuda a una mujer a caminar entre el lodo.

Como se ve en la cantidad de imágenes difundidas en esta última semana, la primera escena que se encontraron fue la montaña de coches amontonados en las calles. «Es lo que uno ve a primera vista, miles y miles de vehículos», cuenta Bellorín; después la mirada se va a árboles, garajes y viviendas inundados.

Eso en lo visual, aunque la magnitud de lo ocurrido quizás quedaba más patente en algo imperceptible: el silencio. «Al llegar a Paiporta, veíamos a mucha gente andando, sin rumbo, por una avenida de barro; eran miles de personas y no había ruido, era un silencio extraño y creo que era porque no sabían dónde ir y no tenían nada», expresa Luis Moreno, sargento de guardia del CPEI.

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Estos dos bomberos viajaban como responsables de una expedición a la que se asignó el sector 5, entre Catarroja y Albal. Allí tenían dos puntos de enlace para informar de la localización de alguna persona, «tanto viva como fallecida». Hicieron un primer sondeo interrogando a los vecinos sobre la probabilidad de que hubiera personas en el interior de los garajes, algo que resultó complicado. Finalmente, se centraron en un supermercado de Mercadona, «porque tenía 200 plazas de parking y los vecinos decían que podía haber personas en el interior».

Fueron el primer servicio profesional de bomberos en llegar a esa población en la que, además, se encontraron paisanos. «Cuando veían la serigrafía de Extremadura, se nos acercaban y nos abrazaban, nos daban las gracias», dice el sargento Moreno que se queda «con el cariño recibido».

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Bomberos de la Diputación de Badajoz sacando vehículos de un parking. Cpei

Los trece bomberos regresaron el domingo y este fueron recibidos en Villanueva de la Serena por Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz.

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