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José Luis Gil Soto, con la portada de su libro de fondo. J.M.R.
«La gente humilde hace más por sus naciones que los propios gobernantes»

«La gente humilde hace más por sus naciones que los propios gobernantes»

José Luis Gil Soto, escritor,'En madera de savia azul' abandona el género histórico y se adentra en el éxodo de un pueblo en un mundo medieval recreado

A. GILGADO

BADAJOZ.

Lunes, 18 de marzo 2019, 08:47

Con 'La dama de Saigón' todavía en el horno, José Luis Gil Soto ya tenía en la cabeza una historia con principio y final. Necesitaba alimentarla. Todo se desencadenó un domingo de primavera cuando en mitad de una romería presenció la angustia de un padre que había perdido a su hijo entre la gente. En 'Madera de savia azul' el escritor extremeño cuenta el éxodo de un pueblo para salvarse de los desastres naturales. Historia intergeneracional en un medievo inventado en el que emergen cobardes, valientes, traiciones y lucha por la supervivencia.

-Abandona usted la literatura histórica pero se mete en una edad media recreada. Nos topamos con gente con un mundo por construir.

-La única diferencia con la Edad Media europea es que yo he recreado una sociedad politeísta, como lo eran las primeras civilizaciones; la griega, la romana o la egipcia por ejemplo. También quería que uno de los protagonistas fuera un carpintero. Me gustan las construcciones de madera pero en cuanto te enfrentas a un oficio que no conoces tienes que documentarte. Me dirigí a la cátedra de madera de la Universidad de Navarra y me derivaron a un especialista de madera que hay en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Aprendí cómo se construía las estructuras, los tejados, el tipo de material que se utilizaba...

-En esta evolución social de los protagonistas hay también una evolución de la naturaleza.

-Soy ingeniero agrónomo de profesión y me he criado en el ambiente rural. He sido un niño que cazaba grillos. Estoy impregnado de ese mundo natural y en este éxodo también se ve. El niño protagonista va tomando el pulso vital a los mayores con los que se relaciona, pero también a la naturaleza.

-Hablemos de personajes. El carpintero, por ejemplo, un padre protector y amante de su oficio nos lleva al límite.

- Es parte del instinto de supervivencia. Algunos reaccionan con la cobardía, otros se defienden atacando. El instinto de supervivencia lo tenemos todos, aunque algunos más acusados que otros. La vida te puede cambiar en un instante. Un accidente, la muerte inesperada de alguien cercano... O puede que tengamos un golpe de suerte. Los cambios no solo vienen por infortunios. Pero sí es verdad que esos cambios nos van a llevar a vivir situaciones que jamás hubiéramos querido vivir.

-Eso explica que nos reciba usted en la entradilla con una frase de la Eneida de Virgilio. «El destino se abre sus propias vías».

-Tiene que ver con todo esto y también que cuando te ves sumergido en una catástrofe tienes que sobrevivir y es lo que ocurre en 'Madera de savia azul'. Pero también quiero reflejar el poder de las casualidades y del azar. Me gusta ver todo eso como una evolución de la historia. Hay novelas en las que te pones a escribir y sale según la idea inicial, pero aquí, mil veces que la retomase mil veces que la cambiaría. Pero no porque me disguste como ha quedado, que me encanta, sino porque tiene personajes tan distintos y tantos avatares que siempre quieres incluir algo en lo que has pensado y lo has dejado fuera. Tienes la historia trazada y según la vas desarrollando acabas escribiendo otra.

-Hay una lucha de poder que nos resulta muy familiar.

-Los humanos somos iguales desde las primeras civilizaciones mesopotámicas hasta nuestros días. Nos sigue moviendo lo mismo y seguimos haciendo exactamente lo mismo, depende de cada sociedad y como te adaptes a ella, pero lo que no sale de dentro no cambia. Traiciones, venganzas, desenfrenos. Solo necesitamos el ambiente necesario para actuar de una forma concreta.

-Incluso la corrupción.

-La gente humilde hace más por sus naciones que los propios gobernantes. Ha habido pueblos que depusieron a los poderosos y levantaron su país. Tenemos la Revolución Francesa, la declaración de la república en España, la Guerra de la Independencia en Estados Unidos. En muchos episodios históricos el protagonismo del pueblo resulta manifiesto. La gente de abajo se puede convertir en los garantes de la supervivencia de un estado, o al revés. Se lo pueden cargar si se lo proponen.

-¿Qué le gustaría a usted que se llevase el lector de 'Madera de savia azul'?

-En este caso partimos de una situación distinta al resto. He querido hacer una novela atemporal, sin un tiempo determinado. No tiene un público concreto como pueda ocurrir, por ejemplo, con las históricas. Aquí pretendo que se acerque cualquier lector en cualquier momento. Como escritores aspiramos a que nuestras historias perduren.

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