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Enfriar el vaso con los hielos, no abusar de aromas y decantar la tónica. Son tres de los secretos para preparar un gin tonic perfecto. Estos, y muchos más, quedaron desvelados este miércoles en la Plaza Alta de Badajoz en el campeonato regional de gin tonic.
Nueve 'barman' de distintos puntos de Extremadura se enfrentaron por el título de mejor gin tonic en la cuarta edición de esta competición. La victoria fue para Rubén Rocha. En la competición también se reconoció la mejor decoración, la logró José Luis Membrillo que hizo brochetas con verduras en forma de estrella para dar vistosidad a su copa.
También se premió el mejor 'long drink', es decir, un combinado largo. Este galardón fue para el cacereño Ángel Martín con una copa homenaje a Las Hurdes.
Los premiados recogieron un original trofeo, un vaso mezclador hecho en cerámica. Del mismo se vierte un líquido blanco y negro en honor a Badajoz y la mezcla forma el mapa de Extremadura. La iniciativa del certamen es de Subex, la Asociación de Sommelier y Bartender de Extremadura, en colaboración con la Federación de Asociaciones de Barmans Españoles (FABE).
El presidente de Subex, Manuel Jiménez, explicó con motivo de este certamen que, en su opinión, en el gin tonic más es menos, es decir, que es mejor no abusar de los ingredientes. «Para mí el gin tonic perfecto es simplemente ginebra, tónica y un matiz, que puede ser un toque de un sirope o de 'bitter' y para terminar algún cítrico como twist (un elemento que aromatiza y decora). Para mí eso es lo mejor».
Para lograr ese equilibro y un resultado delicioso, hay que seguir con cariño unos sencillos pasos. En primer lugar coger un vaso ancho y agarrarlo por la parte baja. A continuación echar el hielo. Con los cubitos en el recipiente, se aprovecha para enfriar el cristal moviendo los hielos. Luego se elimina el agua que haya provocado el movimiento de los cubitos.
El siguiente paso es verter la ginebra. Entre 5 y 7 centilitros con un vaso medidor es la medida recomendada. A continuación se puede personalizar el cóctel con botánicos (especias como cardamomo, pimienta o anís), licores o siropes. Las opciones son casi interminables y depende de los gustos del cliente.
Por último la tónica se vierte procurando que resbale lentamente sobre una cuchara y se mezcla para lograr equilibrio, ya que los distintos ingredientes deben quedar homogéneos. Opcionalmente se puede decorar con algo de color, como una rodaja seca de cítrico, por ejemplo. Y a disfrutarlo.
Esta es la receta básica pero hay gin tonics para todos los gustos como demostraron los participantes en el concurso. «Yo soy de un cítrico potente», explicó ayer Víctor Morera, de Morezoo Coktails, en Badajoz. «La clave es una buena tónica, una buena ginebra y también un buen hielo. Debe ser seco para que el agua no estropee la copa».
Morera cree que el gin tonic gusta tanto por las posibilidades que tiene y porque es un cóctel que permite beber sin la potencia habitual del alcohol. «No se siente el volumen alcohólico».
La competición de ayer se dividió en dos fases. Cada participante tenía 15 minutos para preparar decoraciones para sus cócteles posteriores y posteriormente otros 15 minutos para elaborar 4 copas, dos gin tonics y dos 'long drink' o tragos largos, es decir, otros cócteles.
En la primera fase se vieron decoraciones de los más originales como flores hechas con piel de naranja o brochetas con calabaza y nabo en forma de estrella. El público asistente no perdió detalle e hizo muchas fotos. «Para coger ideas, a ver si sale en casa», dijo uno de los jóvenes que grabada la demostración.
La segunda fase, sin embargo, fue la más emocionante. Los barman no solo demostraron habilidad, sino velocidad porque a la mayoría les sobró tiempo de los 15 minutos reglamentarios. Los jurados, otros expertos en esta disciplina así como hosteleros y clientes, no perdían ojo.
Uno de los primeros en subirse al escenario fue el ganador del certamen, Rubén Rocha, de 'The Kraft Bar', de Mérida. Este barman ha representado a Extremadura cinco veces en campeonatos nacionales y admite que estas competiciones son un aliciente para la profesión. «Hay que ir por delante de la competencia y es una forma de dar a conocer el negocio, un valor añadido».
Ángel Martín, jefe de sala del Gran Hotel Don Manuel, de Cáceres, aseguraba que lo más importante es que el cóctel se haga a medida del cliente. «Y el equilibrio entre el alcohol, el ácido y el dulzor». Martín era primerizo en este tipo de concurso, pero ganó en la categoría de 'long drink' con un homenaje a Las Hurdes, donde tiene familia. Su propuesta incluía puré de cerezas, limón, ginebra seca y naranja. Una especie de ensalada de limón, típica de esa zona de Extremadura, pero bebida.
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Lucía Palacios | Madrid
María Díaz y Álex Sánchez
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