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Colchonetas raídas y mohosas, la de pértiga en paradero desconocido, la de altura que es arrastrada y colocada por la zona de caída, vallas sin traviesas, obstáculos carcomidos y oxidados, martillos abandonados en un cajón de basura, foso de saltos con la arena más dura que el cemento, un césped que no dejan pisar para practicar lanzamientos a pesar de presentar un aspecto lamentable, torre de 'fotofinish' inservible, estanterías rotas, almacén invadido por las telarañas y la herrumbre, tragantes que no desaguan por la suciedad, sede sin luz eléctrica ni poder ventilar y con un acceso salvaje entre maleza y orines... Este rápido repaso es una radiografía al estado actual de la parte dedicada al atletismo de las instalaciones de La Granadilla y de las condiciones en las que tienen que entrenar los atletas pacenses, los niños de las escuelas municipales, opositores y usuarios en general.
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El Club Atletismo Badajoz se encuentra con esta realidad en su día a día. Y así lo lleva denunciando a la Fundación Municipal de Deportes desde hace varios años. «Todo el material está destrozado por falta de mantenimiento. El anillo de la pista es lo único que está bien y porque se cuida solo. Nos tienen abandonados y olvidados. Pedimos una serie de mejoras hace años que se solucionarían con un mínimo de mantenimiento, pero no conseguimos nada», critica Luis Carretero, director deportivo del club y entrenador nacional de atletismo.
Practicar atletismo en Badajoz es toda una aventura de supervivencia. Una auténtica prueba de obstáculos. Y a pesar de todas las dificultades, resulta aún más increíble que se consigan excelentes resultados a nivel nacional e incluso triunfos internacionales por parte de los veteranos. Vicente Antúnez es el ejemplo más claro del milagro deportivo de un club que quiere seguir creciendo y ve frenadas sus aspiraciones. El velocista pacense es campeón de España junior en 400 metros. «Se va a tener que ir porque aquí ya no puede progresar más. Los atletas con nivel se terminan yendo fuera como Miriam Casillas. Es una pena porque la base necesita un referente», apunta Antonio Campos, entrenador nacional y atleta.
El Atletismo Badajoz cuenta con casi un centenar de licencias federadas, además de otros 100 atletas populares y unos 150 niños en las Escuelas Deportivas Municipales, fruto de un convenio con la FMD. «Tenemos un internacional, doce en campeonatos de España y tres con opciones de medalla. Creo que el atletismo se merece una mayor atención en esta ciudad. No hay otro club en Badajoz con 18 campeones de Extremadura», reclama Luis Carretero. Un global de 350 practicantes de atletismo, más los tres entrenadores que coordinan el club y otros tres monitores de las escuelas, que cada vez que entrenan se ven obligados a perder más de media hora de sesión sólo en sacar y recoger el pesado material a la pista, que puede llegar a los 300 kilos. «Es material propio, lo hemos ido comprando nosotros. Habremos invertido unos 8.000 euros», cuenta el director deportivo del club pacense. Para guardar ese material el Ayuntamiento les ha habilitado un rincón convertido en armario tipo jaula cerrado con candado y compartido con un vestuario abierto al público. «Nos han robado de todo, lo último las barras de entrenamiento. Como aquí puede entrar cualquiera, meten la mano entre la rejilla y se lo llevan», revela resignado Campos.
El tema del apoyo institucional es otro caballo de batalla. «Somos un club sin ayudas públicas. Tenemos campeones de España que se han tenido que pagar los viajes de su bolsillo. Y luego los políticos quieren hacerse la foto con ellos», se queja Carretero. En ese sentido, saca a relucir la escasez de recursos para poder subsistir. «El poco patrocinio que tenemos es privado. La Diputación, por ejemplo, concede 15.000 euros a un único club (Capex), que me parece estupendo, pero los demás nos quedamos fuera, incluso la propia Federación Extremeña de Atletismo tampoco ha recibido nada de la Diputación. Si quieres que el hermano mayor se mantenga arriba no puedes dejar de dar de comer al pequeño», añade.
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El Club Atletismo Badajoz está en pleno crecimiento y emerge por el empeño y la pasión de gente entregada como Luis Carretero o Antonio Campos. «Nuestro objetivo es subir a división nacional», exponen. Materia prima hay. Sin su dedicación sería imposible disfrutar en la actualidad de una generación de talentos con mucho futuro como Vicente Antúnez, María Vázquez, Matilde Pineda, Iván Vázquez, Carmen Mejías, Sara Pascual, David García, Ruth Sierra y veteranos como el incombustible y coleccionista de títulos Lolo Unión, Leo Toro o Isabel Espel.
La visita a Badajoz del doble mundialista y campeón de España en 3.000 obstáculos Sebastián Martos puso de manifiesto los achaques de La Granadilla. «Nada más ver las instalaciones nos decía que se vendría a vivir aquí, que era una maravilla con todo al alcance, pero cuando se puso a entrenar y comprobó todas las carencias dijo que no, que aquí era imposible», explica Carretero.
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Y es que La Granadilla es la joya de la corona extremeña en cuanto a instalación de atletismo, pero no es oro todo lo que reluce a simple vista, pues un chequeo a fondo saca a la luz sus deficiencias. «La colchoneta de altura se guarda mal y se arrastra por el lado de amortiguación. Lo suyo sería disponer de un soporte y un protector para tenerla colocada siempre en su sitio como en otras pistas. En Navidad se la llevan a Iberocio y en vacaciones no se puede entrenar, al margen de que vuelve estropeada. La de pértiga no sabemos dónde está y para entrenar utilizamos la de altura. El otro día Lolo Unión casi se desloma con 70 años al caerse fuera mientras preparaba el Europeo. Hay chavales que siendo cadetes ya están saltando como los mayores, pero no pueden progresar al no poder saltar más de dos metros», describe. En este contexto asombra que Carmen Mejías sea la campeona de Extremadura absoluta en altura y récord regional en pista cubierta (1,55) con una proyección ilusionante a sus 14 años.
Tampoco se pueden practicar los lanzamientos (disco, martillo y jabalina) porque la FMD no permite pisar el césped del campo de fútbol, que por otra parte tiene un aspecto deprimente. Hace tres semanas los atletas veteranos tuvieron que trasladarse a Montijo para preparar el Europeo.
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El foso de salto parece de hormigón por estar la arena apelmazada de no removerla. «El año pasado el campeón de España sub-23 de longitud se hizo una fisura de coxis y se lío gorda con denuncias de por medio. Y todo porque no se mantiene. Con pasar la mula mecánica una vez al mes sería suficiente», relata Campos.
La torre de 'fotofinish' merece un capítulo aparte. Se destinó una inversión de 50.000 euros para nada porque no puede usarse. «El ángulo de la cámara no coge las ocho calles porque la colocaron muy pegada a la pista. Hacen las cosas sin asesorarse», explica Antonio Campos. Por ese mismo camino parecía ir destinado el módulo cubierto prometido en el programa electoral de Fragoso en 2014 y del que nada se ha vuelto a saber. «Vi el proyecto y tenían pensado dejar los saltos en el exterior porque el techo quedaba muy bajo. Para eso es mejor destinar el dinero a otras cosas», apunta Carretero, quien enumera otras fórmulas más económicas como aprovechar zonas cubiertas de La Granadilla para colocar un tartán portátil, o el antiguo IFEBA, donde pone como ejemplo el modelo de Ourense. Antes ya lo intentaron sin éxito con la reforma del viejo Vivero cuando sugirieron dedicar la zona trasera de la grada para ubicar una recta de velocidad.
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En las pruebas de pista también les toca lidiar con barreras. La ría y el obstáculo se encuentran en un estado penoso. El oxido impide ajustar su altura. En cuanto a las vallas, La Granadilla está dotada solo de 21 que han tenido que reparar los propios atletas para fijar las traviesas y marcar la referencia con cinta aislante roja. Pero aún así son insuficientes para programar una sesión. «Son de hace 25 años y tuvimos que arreglar las traviesas. Se necesitan seis o siete vallas por atleta y ahora tenemos que entrenar de uno en uno. Y si queremos organizar un campeonato no se puede porque no dan para completar las ocho calles», achaca Luis Carretero.
Por estos condicionantes, La Granadilla -una de las siete pistas homologadas de la región- no acoge ninguna competición oficial desde que en 2005 se celebrara el Campeonato de España por Federaciones. Ni siquiera a nivel autonómico. Se limita a encuentros provinciales y jornadas de atletismo escolar para los que la Federación Extremeña asiste con la logística para completar la infraestructura no disponible. «Es para reflexionar que Badajoz no organice ningún campeonato extremeño teniendo la mejor instalación. Incluso Cáceres, Mérida, Montijo y Llerena han sido sedes de Campeonatos de España (cross, marcha y lanzamientos) y en Badajoz nada porque no se puede hacer longitud, triple salto, pértiga, obstáculos ni martillo, jabalina y disco por el césped», lamenta Carretero.
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Después de más de un año de reivindicaciones para conseguir un local social, hace poco el Ayuntamiento cedió al Atletismo Badajoz un espacio detrás de las pistas de fútbol sala como sede (antigua del BCB), sin adecentar, sin luz y con un acceso exterior lleno de maleza y que por su vergonzoso aspecto sirve de urinario. «A pesar de todo los chavales siguen viniendo a entrenar por la ilusión que tienen y el apoyo y comprensión de los padres. Quieren recoger firmas para denunciar la situación de abandono», concluye Carretero.
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