Mancha de nenúfar mexicano aguas abajo del Puente Real. PAKOPÍ

El nenúfar mexicano invade ya 77 hectáreas en el tramo urbano del Guadiana en Badajoz

Esta planta invasora ha cubierto un tercio de la superficie del río, pero no puede extenderse, está estabilizada

Sábado, 29 de abril 2023, 13:54

Ha llegado el calor y ha vuelto la alfombra verde s cubrir el Guadiana. Primero fue camalote, luego camalote y nenúfar y ahora solo este último. La Confederación Hidrográfica (CHG) ha medido 77 hectáreas de nenúfar mexicano en el tramo urbano del río a ... su paso por Badajoz.

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Es la cifra que reveló Nicolás Cifuentes, comisario de Aguas de la CHG, en una conferencia que ofreció en la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País de Badajoz. Bajo el título 'Lucha contra el nenúfar y otras especies invasoras del Guadiana' este ingeniero forestal repasó la lucha que desarrollan para controlar las ocho especies invasoras que hay en el Guadiana y también para impedir que lleguen otras.

En cuanto al nenúfar, indicó que apareció por primera vez en el arroyo Cabrera y se fue extendiendo río abajo hasta Caya. No es un problema que afecte a toda la cuenca, solo a los 35 kilómetros entre ese arroyo y la frontera. La mayor concentración, con diferencia, se da entre en el tramo urbano. Esto se debe a que Badajoz está entre dos azudes, por lo que el agua no corre y se concentran los nutrientes en el fondo. Hay mucho lodo y rico en nutrientes (provenientes de las zonas agrícolas), es decir, unas condiciones óptimas para que crezcan y se reproduzcan estas especies invasores.

El crecimiento en 14 años

En 2009 había, según las mediciones de la CHG, 2,8 hectáreas de nenúfar mexicano en el área de Badajoz, La cifra ha ido creciendo hasta las 77 hectáreas en 14 años. La buena noticia es que está estabilizado, desde 2021 no crece la superficie. Esto se debe a que la planta no encuentra dónde expandirse. Ya ha ocupado todo lo que podía, pero el resto del Guadiana a su paso por Badajoz es demasiado profundo. El nenúfar necesita zonas con menos de tres metros de profundidad porque sus raíces llegan hasta el fondo para sacar alimento de los lodos.

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En la conferencia de la Económica Cifuentes destacó que, aunque su aspecto afea el río y perjudica las actividades (pesca y piragüismo especialmente), esta planta invasora no es tan dañina como el camalote. Por ejemplo, no evapora tanta agua. Sí desplaza a otras dos especies de nenúfares que son autóctonos.

El problema es que es difícil de erradicar. Cuando la siegan, por ejemplo para hacer sitio a una competición de piragua, vuelve a brotar solo siete días después. «Lo más importante de la planta es lo que no vemos», dijo Nicolás Cifuentes refiriéndose a las raíces que están en el lodo. Por esa razón en invierno parece que el nenúfar desaparece, pero solo se esconde del río. Es un fenómeno extraño porque se trata de una planta perenne, pero es capaz de adaptarse para rebrotar cada primavera, como puede verse estos días.

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¿Cómo erradicar el nenúfar?

¿Y cómo se erradica una planta así? Aún no hay respuesta. El comisario de Aguas de la CHG admitió que han intentado distintos métodos, pero no son efectivos. Si la siegan, vuelve a salir, taparla para que no le de el sol solo se puede hacer en las orillas...

En la actualidad están llevando a cabo un estudio de impacto ambiental. El mismo propondrá, según reveló Cifuentes, dos o tres alternativas y, dependiendo del presupuesto, se decidirá. Una de ellas es el dragado del fondo para eliminar lodos, pero es muy cara y tiene gran impacto ambiental. También existen otras alternativas como máquinas que son capaces de extraer lodos o establecer una siega constante.

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Hasta mediados de 2024, al menos, no habrá una respuesta para el nenúfar. Mientras se están creando compuestas en los dos azudes. El objetivo es que, cuando haya crecidas, se puedan abrir para que los lodos se mueven y no se acumulen en este tramo, como ocurriría en el movimiento natural de un río.

Por el momento ha comenzado la obra para hacer una compuerta en el azud de La Pesquera. Cuenta con una inversión de 2,5 millones de euros. Los trabajos, sin embargo, están parado porque Endesa debe mover un cable en la zona. Al menos se retrasarán un mes. Posteriormente se acometerá una obra similar en La Granadilla, aunque con un coste superior, se han reservado 6,5 millones de euros.

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