«Mi hermano y mi cuñada, embarazada, están intentando escapar de la catástrofe de Marrakech»

«Mi hermano y mi cuñada, embarazada de tres meses, están intentando escapar de la catástrofe de allí», explica Javier, que sigue desde su domicilio tratando de contactar con los números de teléfono que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha proporcionado este sábado. «Están todos inoperativos», denuncia. «Solamente lo atienden en el Consulado español en Rabat», pero nos derivan a otro número y ahí solo sale un contestador.

Las autoridades siguen contando fallecidos, que superan el millar, en Marrakech y sus alrededores. Las imágenes muestran el pánico que se ha vivido poco después de la medianoche pasada (hora española), cuando un terremoto de magnitud 6,8 ha derribado edificios y destrozado calles en esta zona de Marruecos.

Sobre las siete de la mañana, Javier recibió un mensaje de su cuñada, que les explicaba que un terremoto había sacudido Marrakech, que estaban bien y que habían pasado la noche en un descampado con unas mantas. El propio hotel Riad Ain Marrakech les trasladó al solar y les dio unos edredones para abrigarse. Junto a ellos viajan otras dos amigas de Valdelacazada, Nane e Imane.

«Ellos están bien, pero tienen mucho miedo e incertidumbre», explica desde Puebla de la Calzada Javier, quien señala que los viajeros tratan de usar el teléfono móvil lo imprescindible para alargar la batería.

«Están intentando salir de allí porque hay mucho revuelo, mi cuñada está embarazada y los nervios le piden salir del país. Hay muy pocos vuelos y los que hay tienen escalas de muchísimas horas». En un primer momento barajaron la opción de irse a Tanger para coger allí un barco, pero estaban obligados a conducir seis horas sin saber en qué estado encontrarían las carreteras.

Sobre las 13.30 horas de hoy Juan Antonio, Mamen y sus amigas pudieron coger un tren hasta Casablanca y ahí tomaron otro a media tarde hacia Tanger con la idea de embarcarse en un ferry que les cruzara el Estrecho.

La familia incide que el único teléfono con el que han podido hablar es con el del alcalde de Puebla de la Calzada, Juan María Delfa. Este se ha puesto a su disposición y les ha facilitado un teléfono que le han dado a él en la Delegación del Gobierno, pero al que nadie responde. «No hay forma de contactar», incide.

Juan Antonio y Mamen marcan también los números facilitados por el Gobierno desde Marruecos, pero «no logran hablar con nadie, llaman a todos los número y nada». Así que los familiares empezaron a telefonear también desde las 9.30 horas, sin que al mediodía de este sábado hayan logrado que nadie del Gobierno ni la embajada se haya interesado por su situación, por lo que ellos han decidido buscar la forma de salir del país.