Cada día Mónica Rodríguez Miralles deja a su hija Elena en el colegio y se va a trabajar. Pero en su puesto está intranquila, esperando ... que la llamen del centro porque ha ocurrido algo. «Cada vez tiene más ansiedad. No quiere ir a clase e incluso se ha autolesionado», se lamenta esta madre. La menor, de 8 años, tiene TEA (trastorno del espectro autista) y aunque está en un aula adaptada en el colegio San José de Calasanz, el equipo de especialistas ha recomendado que sea trasladada a una escuela especializada, la que Apnaba (Asociación de Padres de Personas con Autismo Badajoz) gestiona en la ciudad. Sin embargo, no le adjudican plaza.
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Ante esta situación esta familia pacense hace un llamamiento a la Junta para que acelere el proceso y le dé el traslado a su hija. Temen que le ocurra algo.
Elena tenía un año cuando sus padres, Mónica Rodríguez y Francisco José Carrasco, se dieron cuenta de que tenía dificultades. El diagnóstico llego poco tiempo después, tiene TEA.
Con cuatro años entró en el colegio. Le asignaron plaza en el San José de Calasanz, donde hay aulas especializadas. En la etapa de Infantil, sin embargo, la niña estuvo en las aulas ordinarias con sus compañeros. Según sus padres se adaptó bien y, con las dificultades propias de su trastorno, fue avanzando.
El pasado curso, cuando le tocaba entrar en Primaria, el centro escolar decidió evaluarla y la decisión fue que pasase al aula especializada en TEA. Sin embargo, Elena no ha tenido un buen curso. «El primer trimestre, bueno, pero desde las Navidades está cada vez más agresiva, tiene mucha ansiedad», se lamenta su madre.
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Mónica Rodríguez destaca que los profesionales del colegio San José de Calasanz «han hecho todo los posible por mi hija», pero «hay más niños y a veces tienen que estar solo con ella por cómo está la niña».
Su madre explica que Elena, desde que recibió el diagnóstico, no hay conseguido una medicación que la estabilice y cree que un colegio especializado en TEA sabrá ayudarla. «Allí se centran en lo que ella necesita, por ejemplo en enseñarla autonomía», destaca y añade que su esperanza es que la menor mejore al asistir a esta escuela.
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«Lo está pasando mal», dice su madre con tristeza. «Hace poco la llevé a un cumpleaños que la invitan a pocos, así que nos hizo ilusión. Pero nos la tuvimos que llevar porque se puso muy nerviosa».
Los maestros y orientadores que tratan con Elena están de acuerdo con su familia. En febrero el equipo de TEA y de orientación educativa de Badajoz emitió un informe. En el mismo, según detalla Mónica Rodríguez, se detalla el comportamiento de Elena en sus clases y se recomienda el traslado al recurso especializado para esta escolar. «En cuanto nos lo dieron, enviamos el informe a Educación», explica la madre afectada.
Desde que se emitió este informe han pasado dos meses, pero no hay fecha para el traslado de Elena que, según sus padres, sigue empeorando día a día. Temen que su agresividad provoque un problema o que sea la propia niña la que se haga daño.
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«Cuando preguntamos nos piden paciencia, pero no nos dicen si hay plaza o qué ocurre y necesitamos una respuesta», ruega esta madre. Mónica explica que la situación de la niña en el colegio está perjudicando su vida familiar «pero también la laboral porque me cuesta mucho trabajar pensando cómo estará».
HOY ha preguntado a Educación por este caso, pero no ha recibido respuesta.
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