N.R.P. / e.f.v.
Viernes, 27 de julio 2018
Un hombre de 35 años fue apuñalado y golpeado el jueves por la noche en una de las calles de la Dehesilla de Calamón. El vecino, que iba en una furgoneta, se cruzó con tres personas a caballo y hubo un enfrentamiento. La Guardia Civil investiga la posibilidad de que fuese una discusión de tráfico que acabó con la víctima recibiendo fuertes golpes en la cara y dos heridas de arma blanca, una en la rodilla y otra en el glúteo. Su vida, sin embargo, no corre riesgo.
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El suceso tuvo lugar a las 22.30 horas del jueves en la calle dos de la Dehesilla de Calamón, que discurre entre chalés y fincas. Se trata de una vía estrecha de doble sentido que sale de la avenida tres, una de las calles principales del barrio. Es una zona cercana a la carretera de Valverde, a la altura de un vivero de plantas, y próxima a la propiedad de la persona herida. Según ha podido saber HOY, este hombre circulaba hacia su finca cuando se cruzó con tres hombres a caballo. Al parecer, se enfrentaron por la ocupación de la calzada y comenzó una discusión.
En la refriega, el vecino que iba en furgoneta recibió golpes en la cara y dos cuchilladas. Ayer, junto a su furgoneta Renault Kangoo, aún podía apreciarse un gran charco de sangre.
La hipótesis del enfrentamiento al cruzarse en el camino, sin embargo, solo es una de las posibilidades. La Guardia Civil ayer no quiso dar más detalles sobre lo ocurrido ya que aún está en marcha la investigación.
Tras la alarma, el herido fue trasladado al hospital Infanta Cristina. El Servicio Extremeño de Salud confirmó ayer al mediodía que continuaba en observación. Había sido tratado de una herida de arma blanca en la parte posterior de la rodilla y otra en el glúteo. También de los traumatismo por golpes en la cara. Su estado era menos grave, indicaba el parte médico del SES.
La Guardia Civil se ocupó de la investigación de los hechos y a última hora del día de ayer no se había confirmado que hubiese detenidos relacionados con este suceso.
En el lugar del apuñalamiento, los agentes acordonaron un tramo de la calle dos y la Policía Judicial de la Guardia Civil recogió pruebas, especialmente del entorno del coche de la víctima. Ayer a media mañana los trabajos de investigación en la escena terminaron y los familiares del herido acudieron a recoger la furgoneta. No tenían las llaves por lo que tuvieron que usar herramientas para desbloquear el coche y poder llevarlo hasta la propiedad que tiene la familia cerca de allí. A continuación llegó un equipo de mantenimiento para limpiar el charco de sangre antes de que se retirase el precinto.
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Mientras la cinta de la Guardia Civil estuvo colocada, una patrulla vigiló la zona. Muchos vecinos que pasaban detuvieron sus vehículos. «¿Qué ha pasado? Me han dicho que han apuñalado a un vecino. No puede ser ¿Ha sido así? ¿Está bien?», preguntaba angustiado un residente de la Dehesilla de Calamón que estacionó junto a los agentes. «Aún estamos investigando. No le podemos decir nada», le respondieron.
La inquietud se extendió ayer por el barrio. «No se comprende. ¿Por una discusión de tráfico? Si hay espacio para que pasen los coches y los caballos. Aquí es muy habitual que pasen jinetes, de los caminos o de estar en la venta», aseguraba ayer una vecina.
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Una hora después de desaparecer el cerco policial, la normalidad volvió a la Dehesilla de Calamón cuyos vecinos, ya a mediodía, aún se sorprendían de que hubiese habido un apuñalamiento la noche anterior.
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