E. F. V.
Jueves, 18 de junio 2020, 08:10
El Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz ha enviado a prisión a Antonio C. N., el joven de 30 años que fue detenido el lunes por un policía nacional fuera de servicio que lo siguió de forma discreta tras ver cómo disparaba contra un grupo de jóvenes en la calle Toledo de San Roque, donde se estaba produciendo una reyerta.
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Ese arresto no fue el único que se realizó ese día. Ayer, la Policía Nacional confirmó lo adelantado por HOY: los cuatro jóvenes contra los que se supone que disparó también fueron interceptados por la Policía Local cuando huían del lugar.
Todos ellos viajaban a bordo de un Seat Altea de color oscuro al que los agentes municipales consiguieron dar el alto. En ese vehículo habían llegado procedentes de la plaza Santiago Arolo y al ver que disparaban contra ellos volvieron sobre sus pasos a gran velocidad.
En el vehículo llevaban varias armas prohibidas (un palo de madera y armas blancas), por lo que han sido acusados de un delito de riña tumultuaria y tenencia ilícita de armas.
La policía ha indicado que los cuatro quedaron detenidos, aunque uno de ellos fue puesto en libertad por tratarse de un menor que tiene 17 años. En su caso, la investigación será realizada por la Fiscalía de Menores. No ha ocurrido lo mismo con los otros tres arrestados –el mayor tiene 35 años–, que ayer prestaron declaración ante el juzgado de guardia. Su letrado es José Duarte y ya ha avanzado que pedirá que se archive la causa contra ellos.
Distinta es la situación de Antonio C. N., un joven de 30 años que fue seguido por un policía nacional fuera de servicio que se encontraba en la zona donde se produjo el tiroteo.
Esa circunstancia le permitió ver lo que ocurría y seguir a cierta distancia al autor de los disparos hasta poder detenerlo. Su decidida actuación fue clave en la resolución del suceso, pero aún no ha podido ser localizada el arma porque el delincuente se deshizo de ella en la huida.
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Este quinto detenido ha sido acusado de una tentativa de homicidio y la jueza que ayer estaba de guardia dictó contra él una medida de prisión provisional comunicada sin fianza.
Tras su arresto, los especialistas de la Policía Científica le hicieron la prueba de la parafina para determinar si había en sus manos y en su ropa restos de los proyectiles, una prueba que puede resultar clave para probar que fue él quien disparó.
Fuentes próximas al caso han indicado que su letrado dijo ayer que el acusado del intento de homicidio no hizo los disparos sino que los recibió, relacionando los hechos con los disparos que casi le costaron la vida a un familiar de este joven a finales del año pasado en la calle Eduardo Naranjo, que está en la barriada de Suerte de Saavedra. Esa defensa choca con lo expresado por el agente que lo detuvo, quien afirma en el atestado que fue él quien disparó.
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Desde la Jefatura Superior de Policía de Extremadura se dijo ayer que la reyerta a tiros del lunes fue motivada por «desavenencias entre clanes familiares».
La Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional continúa las gestiones para el total esclarecimiento de los hechos y no descarta la detención de más personas involucradas en este suceso ocurrido el lunes a las 21.45 horas en una calle que desemboca en la avenida Ricardo Carapeto, muy transitada a esa hora.
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