Desde Jaén a Badajoz para comer ocho kilos de jamón ibérico

Ellos fueron tres de los 15 participantes del concurso 'Come Jamón', que se organizó dentro del XV Campeonato de España de Cortadores de Jamón que se celebra este fin de semana en Badajoz, y del que hoy saldrá el mejor cortador a nivel nacional.

Los cortadores calmaron este sábado los nervios loncheando los ocho kilos de este manjar que los participantes del concurso debían comer en dos horas y quince minutos para hacerse con los 500 euros de premio, el precio en el que estaba valorado el jamón.

Un concurso que se celebró por primera vez en la ciudad, y que contó con 15 participantes que se enfrentaron al reto distribuidos en cinco grupos de tres personas. «Nos enteramos del concurso por Internet y decidimos apuntarnos porque nos pareció curioso y novedoso. Así que decidimos venir a hacerlo para ganarlo», decía convencido Alberto Martín antes de empezar a comer jamón, un producto que les gusta mucho y del cada uno de ellos comió entre 12 y 13 platos.

«Es uno de los mejores productos de nuestro país. Este en concreto es 100% ibérico y eso hace que el concurso sea una maravilla», decían ilusionados antes de comenzar con el reto, que finalmente no consiguió ningún grupo y que ellos rozaron porque tan solo les faltaron cinco platos para terminar con el jamón.

«Los primeros platos que nos comimos fueron muy bien. Después ha sido más complicado porque es graso y el paladar lo nota», repetía Martín, tras darse por vencido a cinco platos de finalizar el reto. «Es una derrota grande porque quedaba muy poco. El resto de equipos se había rendido y nos han dado quince minutos más para acabar pero es muy difícil», lamentaba mientras explicaba que son un grupo de amigos que vinieron a comer, pero que no son profesionales de este tipo de concursos.

Indira Moreno tampoco había participado nunca en desafíos de este tipo. Ella vino desde Madrid animada por su pareja, que la empujó a inscribirse porque a ambos les encanta este producto.

«Yo no vengo a ganar, lo que quiero es disfrutar de la experiencia y comer jamón, que es del bueno y además es gratis. Comeré lo que me dé tiempo y ya está», decía antes de empezar.

Ella se ayudó de vino para poder comer con más calma. En cambio Alberto prefirió comer un poco de pan que trajo desde Jaén, donde junto a sus amigos pensó una táctica para ganar.

«La estrategia es comer sin parar porque como paremos o tengamos que esperar a que el cortador llene el plato perdemos el ritmo», decían los jiennenses, que no comenzaron a comer hasta que tuvieron varios platos en la mesa.

Una táctica que distó mucho de la de Andrés Maya y sus dos compañeros. Ellos vinieron desde Alburquerque con la intención de comer con calma para poder alzarse con el reto. «Esto lo hacemos nosotros todos los viernes. Vamos al bar y nos comemos nuestras tapas con la cerveza. Hemos venido a comer y disfrutar», comentaban mientras comían jamón y charlaban.

Ellos consiguieron comerse alrededor de 12 platos de jamón, que estaba loncheado 'in situ' por los cortadores que hoy intentarán hacerse con el título de mejor cortador del país. «Un jamón de estas características da más de 33 raciones, por lo que cada uno de ellos tendrá que comer de media poco más de 14 platos de jamón», decía Javier Fernández, que es uno de los cortadores extremeños que aspira a ser el mejor, y que veía complicado que los participantes pudieran conseguir comerse el jamón.

La idea original de esta prueba es de Manuel Anselmo, que es uno de los cortadores de jamón que organiza las jornadas, y que ideó el concurso para que las personas que creen que pueden comerse un jamón ellos solos lo demuestren. «Decidimos organizar esto para darle la oportunidad de evidenciar que son capaces. Hemos hecho esto en otras ciudades y hasta ahora nadie ha conseguido comerse el jamón entero», dijo convencido de que es difícil de lograr porque los jamones son ibéricos y esto hace que sean más saciantes que uno de cebo.

«Estos chicos de Jaén han estado a punto de lograrlo. De haberlo hecho hubiesen conseguido una proeza», zanjó contento.