Dos peatones esquivando el barro en la calle Stadium. CASIMIRO MORENO

Las lluvias vuelven a hacer impracticables los paseos del corredor verde de Badajoz

Los usuarios piden que se limpie el barro que se acumula y que se busque una solución a las inundaciones que se forman en la zona

Jueves, 17 de octubre 2024, 21:09

Una de las formas de defender la ciudad de las tropas invasoras era inundar los fosos para hacer inaccesible la muralla. En Badajoz se usaba el agua del arroyo Rivillas para que el entrase a los baluarte de Santa María y San Roque. Cuatrocientos años ... después, el agua también hace muy difícil poder entrar o salir de la muralla en el mismo lugar, solo que ahora es más conocido como corredor verde o la calle Stadium.

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Este tramo rehabilitado de la muralla, y la brecha cerrada en la calle Hermanos Merino, abrió al público hace poco más de un año, en septiembre de 2023. Costó 2,7 millones y dos años de obras. Solo unas semanas después comenzó a apreciarse el césped deteriorado, se encharcaba con el riego y aún más cuando llovía, por poco que fuese. Con las precipitaciones fuertes se apreció la gravedad del defecto, el parque se convierte en una piscina.

El Ayuntamiento reclamó mejoras en el drenaje a la empresa responsable del proyecto y se han llevado a cabo obras, de hecho, parte del césped ha estado cerrado por temporadas. Sin embargo estas semanas han vuelto las lluvias y con ellas la inundación del corredor verde. «El martes por la tarde no se podía pasar. Yo crucé con botas porque tenía prisa, pero hubo vecinos que se dieron la vuelta porque no eran charcos, era una balsa de agua», denuncia Daniel Moreno, vecino de Pardaleras. Este pacense trabaja en el centro y se mueve constantemente por este parque. «Antes subía la calle Hermanos Merino y me puse contento con la obra. Es bonito, pero un problema, es que hay días que sales con los zapatos destrozados».

Daniel denuncia, como otros usuarios, que los problemas de drenaje provocan que los paseos de hormigón que van por el césped se inunden y se llenen de barro. En varios puntos, de hecho, los peatones optan por andar por la hierba aunque dando pasos despacio para evitar hundirse. «Entre el barro y los perros, que hay muchos y mucha cacas, la verdad es que es una pena de parque», se lamenta Guadalupe Baldía, otra vecina de la zona. Esta pacense asegura que ha visto resbalones y que no se limpia el barro. «Es el que se acumula y nunca lo quitan, así que, en cuanto caen dos gotas, vuelves a ver el mismo charco de barro».

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Ya se inundaba

Los vecinos encuestados coinciden en que el corredor verde requiere una solución a largo plazo, además de limpiar el barro en las épocas de lluvias. No será sencilla. La propia orografía del baluarte hace que el agua se acumule, ya que hay un desnivel que va hacia la muralla. De hecho este problema no es nuevo. En los años 60 y 70, cuando se abrieron las brechas en las murallas para expandir la ciudad, se optó por romper el lienzo en este lugar (calle Hermanos Merino). La decisión estaba motivada porque se inundaba esa zona de Pardaleras, incluso se acumulaban aguas residuales. Al abrir una nueva calle pudieron aliviar las crecidas.

En cuanto a los excrementos de los perros, la Policía Local llevó a cabo una campaña para sancionar a los infractores que no los recogen. Hicieron hincapié en esta zona porque hay muchas quejas de que se usa como 'pipicán'. Los vecinos dicen que ha mejorado, que hay más dueños de canes que cumplen la norma, pero que todavía se encuentran con mucha suciedad.

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Otra polémica que sigue unida a este parque es la falta de mobiliarior urbano. Todos los encuestados reclaman bancos y papeleras para poder disfrutar mejor de este tramo de muralla y del corredor verde en general.

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