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Luis de Morales ya tiene espacio en el Museo de Bellas Artes de Badajoz

Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

Miércoles, 3 de octubre 2018, 18:19

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Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
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Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
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José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

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José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
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José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.

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José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
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José Vicente Arnelas
Se trata de una de las exposiciones que con más esfuerzo ha sacado adelante el MUBA con el apoyo de la Diputación de Badajoz, que después de año y medio al fin ha conseguido reunir 11 cuadros del pintor pacense, considerado el artista más importante del Renacimiento en el ámbito extremeño. Con esta calificación comienza el díptico que resume la exposición, que dura hasta el 14 de noviembre y que estrena una iluminación muy oportuna que evoca la llama de las velas que se supone sacaban al mundo de la penumbra hace cuatro siglos, cuando en Badajoz residían apenas tres mil personas.
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