En memoria de Manolo Hinchado

Mucha de la vida social de España se desarrolla en bares y restaurantes. Y existen personas que dejan su impronta en la actividad empresarial de la hostelería y restauración. En Badajoz, una de ellas fue Manolo Hinchado, que nos ha abandonado a nuestra suerte para que cuando pidamos una cerveza o una copa de vino recordemos su bonhomía, simpatía, saber estar y don de gentes. Lo heredó, tal vez, de su padre, que regentaba 'La Marina', y donde sus hijos José Luis y Manolo adquirieron la sabiduría de servir y tratar a las personas que visitaban su establecimiento. Luego, Manolo crearía ese espacio acogedor que fue el bar 'Avenida', en Santa Marina, y José Luis, además de llevar 'La Marina', se inventaría otro lugar de reunión como fue 'Sailor'.

En el 'Avenida', Manolo fue el alma que unía voluntades, limaba asperezas, siempre con la sonrisa en la cara, comentando la más rabiosa actualidad, pero como un árbitro perfecto. Creó escuela de buenos, educados y dignos camareros, se granjeó la amistad y el cariño de los que visitaban su local. Y cuando cerró 'El Avenida', los tiempos jubilan también a los buenos, muchos nos quedamos huérfanos. Y entristecidos, ahora, con su pérdida.