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El joven que ha sido condenado a siete años y medio de internamiento terapéutico por asesinar a su madre podrá cumplir la medida en ... el centro de Menores Marcelo Nessi de Badajoz hasta que alcance los 21 años. A partir de ese momento, lo probable es que sea trasladado a una prisión de adultos.
Esa es la previsión que se maneja después de que el Juzgado de Menores de Badajoz haya condenado al joven que acabó con la vida de su madre en Badajoz poco antes de cumplir los 18 años, una circunstancia, la de la edad, que resultó determinante a la hora de juzgar los hechos.
La instrucción del caso se hizo de una forma ágil y la vista fue señalada para el lunes 14 de octubre, aunque no fue necesario celebrarla porque el Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa firmaron una sentencia de conformidad que fija la pena en 7 años y medio de cárcel.
En ese fallo se condena al joven, que ahora tiene 18 años, por un delito de asesinato (mató a su madre utilizando una navaja de caza que había adquirido ese mismo día en un centro comercial) y un delito de maltrato animal (mató también al perro de la familia).
Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, en el que residía la mujer fallecida, que era muy conocida por ser maestra en el colegio Los Glacis de Badajoz, junto al ahora condenado y a otra hija que en ese momento ya era mayor de edad.
No hubo dudas sobre la autoría de la muerte porque el menor reconoció los hechos desde el primer momento y existían evidencias de que el autor había sido él. Eso hizo que desde el primer momento fuese conducido al centro de cumplimiento de medidas judiciales Marcelo Nessi de Badajoz, que se encuentra en el inicio de la carretera de Campomayor.
Pero ha sido ahora cuando todas las partes personadas en esta causa (la acusación pública, el abogado que representa a la familia de la fallecida, Antonio González Lena, y el letrado de la defensa, Carlos Franco Domínguez) han firmado una sentencia de conformidad que le impone el internamiento terapéutico y la obligación de hacer frente a una indemnización en concepto de responsabilidad civil.
Expertos en la materia han explicado a HOY que en este tipo de condenas lo habitual es que el menor comience a cumplir la medida de internamiento en un centro de menores y que permanezca ahí hasta cumplir los 21 años, momento en el que suele ser llevado a una prisión para mayores de edad.
Aunque existen excepciones. Hay jóvenes que después de cumplir esa edad siguen ingresados en el centro de menores por resultar lo más recomendable.
En este caso la medida que se le impone es un internamiento terapeútico, por lo que permanecerá en el módulo terapéutico con el que cuenta el centro de menores de Badajoz. En él trabajan especialistas de distintas especialidades (trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras...) que le hacen un seguimiento especial.
El Marcelo Nessi también ofrece a sus internos la posibilidad de continuar con sus estudios, por lo que el ahora condenado tendrá la posibilidad de realizar estudios universitarios, una formación que le facilitaría su reincorporación a la sociedad cuando termine de cumplir una pena que podría ser reducida en su duración si se aprecia una conducta que así lo aconseje.
Los hechos que ahora han sido juzgados tuvieron lugar el 2 de mayo en la vivienda familiar, que se encuentra en la barriada de María Auxiliadora. Fue allí donde el ahora condenado acabó con la vida de su madre, que tenía 59 años y era madre de dos hijos, ambos adoptados.
La agresión mortal se produjo alrededor de las 14.30 horas y fue el propio causante de la muerte quien telefoneó a la policía para alertar de lo que acababa de ocurrir.
Los vecinos del inmueble afirmaron entonces que no habían detectado un problema de connivencia en esa vivienda en la que residía Carmen Tejero, maestra en el colegio público Los Glacis, que volvía de dar clases en el centro el día que fue asesinada.
Con posterioridad trascendió que el menor le había causado la muerte con una navaja de caza que había comprado ese mismo día en un centro comercial, arma que utilizó también para acabar con la vida del perro de la familia, que apareció en un contenedor situado junto a la casa.
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