Miedo en Pardaleras y en la Ronda del Pilar tras producirse tres atracos y un robo con fuerza

El segundo se produjo justo un día después en la tienda Carrefour Express de la avenida de Pardaleras, aunque en este caso los ladrones se marcharon tras comprobar que el empleado no les iba a entregar la recaudación. Antes, el hombre que entró en la tienda disparó por dos veces la pistola que portaba.

Y el tercer atraco tuvo lugar el martes por la noche, de nuevo en el supermercado de la Ronda del Pilar, en la que volvieron a llevarse el dinero que había en la caja.

La Jefatura Superior de Policía de Extremadura ha confirmado que sus investigadores trabajan en el esclarecimiento de unos delitos a los que tratan de esclarecer con rapidez para evitar que los delincuentes puedan volver a actuar.

En esa investigación serán claves las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad de los supermercados, en las que se observa con claridad que el varón que perpetra el robo se cubre la cara con un casco y con una braga oscura para evitar ser reconocido.

En los tres casos el autor material iba armado con una pistola de pequeño tamaño que llegó a disparar en dos ocasiones en el supermercado de la avenida de Pardaleras, aunque se cree que es un arma simulada porque en el lugar de los hechos no se recogieron casquillos.

El hecho de que los tres atracos a mano armada se hayan producido en una misma zona hace sospechar que los autores conocen el entorno en el que actúan, una hipótesis a la que contribuye otra circunstancia: las dos veces que han actuado en la Ronda del Pilar han esperado a que cerrara el bar que está justo al lado.

Esa sería la razón por la que el primero de los robos en ese supermercado lo cometieron pasadas las 15.30 horas, minutos después de que cerrara el establecimiento de hostelería, mientras que el segundo tuvo lugar después de las 21.30, también con el bar clausurado.

«Cuando yo cierro el bar no hay nada abierto hasta el inicio de la calle, a esa hora esta zona está más solitaria», explica Aurelio Rivero, quien asegura que en su bar han intentado entrar varias veces por la noche sin conseguirlo. «Yo me vine a vivir aquí, encima de mi negocio, porque es la única forma de espantar a los ladrones. Varias veces me han roto el bombín de la cerradura y los cristales, pero he conseguido que no lleguen a entrar».

Rivero ha recordado que el pasado mes de julio sí consiguieron robarle la batería del coche cuando lo tenía estacionado en la calle. «No sé cómo reaccionaría si viniesen a mi local, porque a veces a uno se le va la cabeza. Pero ahí al lado han entrado con una pistola pequeñita».

Lo sucedido en la barriada de Pardaleras y en la Ronda del Pilar ha causado una honda preocupación entre los empresarios, que este miércoles han adoptado más medidas de precaución de las habituales. «Yo estoy pensando poner un cierre de seguridad y un timbre, el martes al mediodía ya vino una vecina a decirme que cerrara. La verdad es que a partir de las seis y media de la tarde esta zona está muy solitaria», confiesa Paqui Barquero Rebella, de la Mercería Maravillas.

Su tienda está a escasos metros de la avenida de Pardaleras y ayer por la mañana supo que a en torno a las 5.45 de la madrugada alguien rompió con una maza la luna exterior de la cafetería Tiempo de Café, situada en la esquina de Pardaleras con San Juan de Dios (calle los árboles).

Fernando Pinto, el dueño de la cafetería asaltada, apunta que también en este caso el ladrón se ocultaba tras un casco. «El que ha entrado en la cafetería después de romper la luna traía el casco puesto y ha huido con otra persona en una moto».

Tras conocer lo ocurrido en estos últimos días, Paqui Barquero ha recordado que hace dos años también sufrió un robo. «En mi mercería entró un chico que se tapaba la cabeza con un casco. Llegó a las ocho y media de la tarde, justo cuando estaba echando el cierre, y lo esperaba otro chico con la moto arrancada en la esquina. De aquí se llevaron 450 euros», lamenta la dueña de la mercería.

«Más que impotencia, lo que siento es desilusión cuando ves que la gente que roba no entra en la cárcel. Si lo que se lleva no llega a 400 euros, entran por una puerta y salen por otra», confesaba Fernando Pinto mientras miraba con preocupación el estado en el que quedó la luna de seguridad de su cafetería.

En este caso, los ladrones abandonaron en la acera una maza de diez kilos con la que rompieron el cristal de seguridad de lo que en el pasado fue una oficina bancaria. «Al tirar del cajón de la caja registradora han tirado al suelo el TPV y se ha roto la pantalla. El dinero que se han llevado no llega a 400 euros, pero si le sumas los daños supone una cantidad importante».

«Nosotros estamos esperando que todo se resuelva y que podamos volver a la normalidad cuanto antes –añadían en el supermercado Carrefour de la avenida de Pardaleras–. Esta zona siempre ha sido tranquila y a pesar de lo sucedido seguirá siendo tranquila. Es un hecho puntual que ha causado una alarma enorme, pero los clientes han vuelto a la tienda tranquilos y confiamos en que pronto todo quede solucionado».