Estado actual de las instalaciones del antiguo campo de fútbol. PAKOPÍ
Badajoz

Los okupas del José Pache de Badajoz siguen viviendo en las oficinas del estadio

La Junta no puede derribar el interior del campo porque la normativa impide hacerlo si las instalaciones son usadas por alguien

JOSÉ TOMÁS PALACÍN

BADAJOZ.

Viernes, 3 de febrero 2023, 07:38

Ante los rumores de que los okupas habían abandonado los restos del que era el Estadio José Pache, solo cabe decir que no. Siguen allí, a la espera de que continúen los contactos con la Junta de Extremadura, de quien depende el derribo del ... antiguo campo de fútbol, ya que al haber gente viviendo todavía no pueden terminar del todo la obra de demolición.

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En lo que eran las puertas del José Pache está José Antonio Maldonado, sevillano de 70 años. Cuenta que trabajó como operario de mantenimiento cuando jugaba el Cerro de Reyes. Al desaparecer el club, se quedó donde vivía, en una de las partes ocupadas pegadas a los muros exteriores.

No sabe exactamente cuántas personas viven allí. «¿Unos 30 a lo mejor?», se pregunta. Además, confirma que no tienen luz y que están «un poco abandonados».

Según él, los okupas son «buena gente». Sin embargo, hay cosas que no le gustan. Sobre todo de «los de arriba». Maldonado llama así a los que habitan en las antiguas oficinas, en la parte más alta del Cerro.

«Si yo paso frío, imagina los de arriba lo que tienen que estar pasando. Son buenas personas, aunque la mayoría... –deja en el aire, mientras hace el gesto de fumar, con los dos dedos en uve sobre la boca-. Ellos por la noche se buscan la vida y eso a mí no me ha cuadrado. Ponen música, hacen hogueras. Le dan al tal...».

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Asimismo, en el estadio también ha habido peleas. No tienen «mentalidad», como él dice.

Sobre su futuro, no lo tiene muy claro. Cree que la Junta le va a dar una vivienda, que ya han hablado con él. Al parecer, le facilitarían seis meses de la casa pagados y otros seis meses de prórroga hasta que encuentre algo. «Aunque estoy esperando a que me digan dónde me la van a dar, si en el Cerro Gordo o en otro lado».

Ante la posibilidad de hablar con alguno de «los de arriba», Maldonado duda. «Hay gente, pero a ver si tienen respeto, que deben tenerlo. Por aquí por el lateral –refiriéndose al muro que mira hacia el cementerio viejo de Badajoz– ni se te ocurra pasar. De todos modos, si te faltan el respeto, me avisas mañana».

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