¿Cuántos años hace que no se pintan los tirantes del Puente Real? La respuesta no resulta fácil pero en Valdepasillas hay quien especula con que la última capa de pintura pudo corresponderse con la actuación que llevó a cabo en 2008 el Ayuntamiento de ... Badajoz. Unos meses antes, las autoridades locales llevaron a la Junta de Extremadura a los tribunales para exigirle que reparase las bombillas fundidas y después de una larga pugna política las luces fueron sustituidas y los tirantes repintados.
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Entonces el consistorio pacense era gobernado por Miguel Celdrán (PP) y su concejal más beligerante era José Antonio Monago, que incluso llevó a los juzgados a la Junta (PSOE) para exigir que se hiciese cargo de la iluminación de una infraestructura que es propiedad del gobierno regional.
El conflicto político duró dos años y sólo quedó resuelto cuando el Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Badajoz dictó una sentencia en la que obligaba al Ayuntamiento a pagar la iluminación. La disputa política se había iniciado en 2006 y tras un cruce de acusaciones la ciudad decidió sustituir las bombillas para después reclamar su importe a la Junta.
Esa era su intención pero finalmente no pudo ejecutar su plan porque el juzgado consideró que el Ayuntamiento de Badajoz, como usufructuario del puente, estaba obligado a realizar las «reparaciones ordinarias», o lo que es lo mismo, «aquellos deterioros y desperfectos que procedan del uso natural de las cosas y sean indispensables para su conservación».
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Esa sentencia se dio a conocer el 20 de junio de 2008 y pocos meses después, en diciembre de ese año, una cuadrilla municipal pintó la base de los tirantes para eliminar el óxido que se acumulaba en esa especie de capuchones que cubren el extremo inferior de los largos tubos metálicos que recubren los cables.
Esos pintores pertenecían a la brigada de intervención rápida que había creado el entonces concejal de Parques y Jardines, Antonio Ávila, quien decidió que regresaran al puente en febrero de 2009 para pintar las barandillas, una actuación que dejó el Puente Real en perfecto estado de revista.
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Pero el tiempo pasa y quince años después vuelve a hacerse necesaria una intervención similar. Ahora el problema no está en las bombillas sino en la base de los tirantes y en las barandillas exteriores, donde ha reaparecido el óxido como consecuencia del paso del tiempo.
El problema ya fue denunciado por HOY el 2l de julio de 2022 en una información firmada por Sergio Real en la que se denunciaba que 'El Puente Real necesita una mano de pintura'. Pero casi dos años después el Ayuntamiento de Badajoz sigue sin afrontar unas reparaciones que parecen encajar con lo sentenciado en 2008 por el Juzgado Contencioso-Administrativo.
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«Me da miedo hasta de que se caiga el puente, porque miro a los tirantes y a la barandilla y veo que están oxidados. Las cosas hay que mantenerlas, sobre todo si se trata de una infraestructura tan importante como esta», reflexiona Emilia Ruiz, que acostumbra a recorrer el puente en sus paseos diarios.
En esa apreciación coincide Toribio Gragera, presidente de la Asociación de Vecinos de la Urbanización Guadiana, cuyos residentes tienen en el Puente Real un acceso prioritario a la margen izquierda del río. «Los ciudadanos pagamos impuestos y los impuestos deben servir para mantener estas cosas».
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Los vecinos de la Urbanización Guadiana hacen uso diario de este puente, pero no son los únicos. A las 10.30 de la mañana de un día de diario el Puente Real acoge una media de entre 40 y 50 vehículos por minuto.
Eso significa que en una sola hora pueden sumar 2.000, con el agravante de que muchos de los automóviles que se topan con esos tirantes oxidados son ocupados por ciudadanos portugueses procedentes de El Faro que penetran en la ciudad a través del primer puente que encuentran a su paso.
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A ellos se unen los visitantes de otras localidades de la provincia de Badajoz y también de la de Cáceres que después de visitar El Faro deciden pasar el día en la ciudad.
Para Fernando Muñoz, que esta semana cruzaba a pie el puente, la situación de los tirantes no pasa de ser una anécdota a la que no da excesiva importancia. «No es una cosa que veas que se está rompiendo, te tienes que fijar para verlo. Cuando cruzas este puente te encuentras con un paisaje muy bonito, realmente yo no me había dado cuenta».
Pero esa opinión no casa con la de José Manuel Morcillo, que también atraviesa el Puente Real en sus paseos matinales. «El puente sufre un poco de dejadez. Hay un poco de óxido y algunos de los cables de las barandillas están rotos».
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Cuando en el año 2008 fueron pintadas las bases de los tirantes y las barandillas, el Ayuntamiento de Badajoz no tuvo que realizar un desembolso extra. Le bastó comprar la pintura para mejorar la imagen de una infraestructura que durante dos largos años fue motivo de conflicto entre el gobierno municipal, en manos del PP, y el de la Junta de Extremadura, gobernado por el PSOE.
Dieciséis años más tarde, esa capa de pintura no termina de llegar y dos años después de que HOY denunciara el deterioro de la base de los tirantes sigue pendiente una reparación que no resultaría demasiado costosa.
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