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Desde primera hora de la mañana de este viernes los alrededores de la plaza Cervantes, conocida en Badajoz como la plaza de San Andrés, era ... un desfile de coches. Pitidos, intermitentes y algún que otro mal gesto desde la ventanilla de aquellos que no podían circular con normalidad desde la calle San Blas hasta la calle Trinidad.
Esta es la imagen que se repite el día 28 de cada mes porque son muchos los pacenses que se acercan hasta allí para visitar la imagen de San Judas, que se encuentra en el interior de la parroquia de San Andrés, y que tiene cansados a los vecinos de la zona por no poder transitar con normalidad por las aceras.
«Los coches no miran si vamos personas caminando por las aceras, como no hay bordillos se creen que la calle es suya», contaba enfadada una de las devotas del santo mientras esquivaba uno de los vehículos que intentaba aparcar junto a la entrada de la iglesia.
Para Juan de la Cruz que los coches aparquen en las aceras no es grave. «Aquí no hay aparcamientos, así que dejamos el coche donde podemos. Hay huecos en los que no estorbas a nadie y muchos de los que venimos con el coche esperamos en él a nuestros familiares y tenemos los cuatro intermitentes puestos», comenta este pacense que considera necesario la construcción de una zona para estacionar próxima a esta plaza.
Sobre la pintura del aparcamiento para personas con movilidad reducida y junto a la señal vertical de este espacio estacionó su coche Antonio Trevijano. Él fue a primera hora de la mañana a llevar a su mujer a la parroquia. «Estoy aquí aparcado porque está lleno y no se puede dejar el coche en otro sitio. Desde que hicieron la plataforma única en el centro no hay sitio para los coches», contaba convencido que no es grave aparcar en las aceras porque la policía local no sanciona por ello.
Los coches estacionados ocupaban este viernes todos los alrededores de la plaza excepto las aceras que suben hacia la calle Benegas y la calle Trinidad. Allí las vallas protegían hasta este mismo viernes las nuevas baldosas que el Ayuntamiento ha colocado hace unos días para sustituir las que estaban rotas.
Un problema que según afirmó hace unos meses la plataforma SOS Casco Antiguo no se debe únicamente a que los coches utilicen este espacio como estacionamiento, sino al fallo de diseño de la plaza, ya que las losetas grandes de granito que forman parte del acerado no están preparadas para soportar el tráfico, cuando lo ideal si va a soportar tráfico sería el adoquín.
Para evitar que esto continúe ocurriendo los vecinos de la plaza Cervantes y alrededores llevan meses pidiendo la instalación de unos bolardos que protegen los adoquines de las aceras, y que eviten así el estacionamiento de los vehículos. Una cuestión que HOY ha trasladado al Ayuntamiento sin obtener respuesta.
Mientras los residentes en la zona esperan una solución definitiva la plaza continuará convirtiéndose en un parking improvisado cada 28, y seguirán rompiendo las baldosas. Aunque para otros devotos, como Ángel Mendoza y su mujer, lo más fácil es utilizar el transporte público para llegar hasta San Andrés o ir caminando. «Aquí nunca hemos tenido espacio suficiente para aparcar porque esta plaza es pequeña, con la plataforma única la gente debería concienciarse de que el centro ya no es apto para venir en coche, y que se puede venir paseando o en autobús, como ocurre en todas las ciudades», zanjan.
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