La Policía Nacional detiene a cinco personas por la reyerta en los juzgados de Badajoz

Las detenciones fueron realizadas el martes y la investigación sigue abierta, según ha confirmado la Jefatura Superior de Policía, cuyos agentes no descartan nuevas detenciones.

Los hechos por los que se han producido estas detenciones son consecuencia de la batalla campal que se registró el 8 de noviembre en la Audiencia de Badajoz minutos antes de iniciarse un juicio por una reyerta con disparos ocurrida en la barriada de San Roque en 2020.

El enfrentamiento en los juzgados se produjo después de que miembros de los dos clanes implicados en aquel tiroteo se enzarzaran en una pelea en la que fueron utilizados bates de béisbol y barras de hierro.

En el momento de producirse ese incidente en la puerta principal del edificio de la avenida de Colón había un guardia civil que fue incapaz de contener el enfrentamiento iniciado en el exterior dado que la avalancha se produjo de forma sorpresiva, hasta el punto de que el arco de seguridad fue desplazado varios metros.

La batalla campal se produjo en el recibidor del Palacio de Justicia, una amplia sala que estaba llena de sillas y muebles que iban a ser sacados del edificio para ser trasladados a la nueva sede judicial de la Ronda Norte.

Los dos guardias que ese día custodiaban el edificio intentaron poner orden, pero la gran cantidad de personas que participaban en la pelea les impidió controlar la situación, por lo que fue necesaria la presencia de varias patrullas de la Policía Nacional.

Al parecer, la discusión comenzó justo cuando accedía a los juzgados el hombre para el que se pedían diez años de prisión por disparar contra un coche en el que viajaban cuatro personas, dos de las cuales también se sentaron en el banquillo porque en ese vehículo fueron localizadas varias armas, un delito del que también se acusaba a la dueña del coche.

En la pelea ocurrida en la Audiencia resultaron lesionados con una brecha en la cabeza el hombre que iba a ser juzgado por el disparo y un primo que también iba a participar en el juicio como testigo.

Ambos fueron atendidos en la primera planta de la Audiencia por los sanitarios que se desplazaron a los juzgados a bordo de una ambulancia. El peor parado fue el procesado por disparar, a quien le fue colocado un vendaje en la cabeza.

Una vez calmada la situación, el tribunal hizo pasar a la sala a todas las partes y también a los acusados y el juicio se celebró después de que el principal procesado confirmase que se encontraba en buenas condiciones.

Días después se conoció la sentencia, en la quedó probado que realizó el disparo contra el vehículo pero no que tuviera la intención de acabar con la vida de sus ocupantes. Fue condenado a 1 año y medio de prisión por amenazas y 1 año y 9 meses de cárcel por tenencia ilícita de armas. Por su parte, los ocupantes del coche fueron absueltos tras no quedar probado el delito de tenencia ilícita de armas prohibidas.