El muerto en el tiroteo de Badajoz iba a ser juzgado por su presunta participación en un homicidio

Esa muerte fue provocada por un pistolero que, según ha trascendido, realizó al menos once disparos con un arma con capacidad para realizar al menos una docena de detonaciones de forma rápida, por lo que se supone que era un arma automática o semiautomática.

Sobre el caso ha sido decretado el secreto de sumario por lo que no ha trascendido información oficial sobre lo ocurrido desde que el mismo jueves por la mañana la Jefatura Superior de Policía de Extremadura confirmara la muerte violenta de una persona.

Poco después se supo que el fallecido era un hombre que recientemente había salido de prisión, donde había permanecido desde que fue detenido por su presunta relación en la reyerta que tuvo lugar en los antiguos juzgados de Badajoz antes de iniciarse el juicio por un tiroteo ocurrido en la barriada de San Roque.

Ese enfrentamiento en los juzgados se produjo antes de iniciarse una vista en la que habían sido citados como testigos varias personas, entre ellos un varón que, según los investigadores, fue agredido por el ahora fallecido y otras personas pertenecientes al clan al que pertenece durante la reyerta ocurrida en la avenida de Colón.

La investigación ha concluido que una de las personas que tuvieron una participación más activa en esa pelea ocurrida en el recibidor de los juzgados fue J.G.C., a quien se ve golpeando a otro varón que recibió atención médica.

Ese hombre que resultó lesionado fue víctima en el año 2019 de los disparos realizados por varias personas en la calle Eduardo Naranjo de la barriada de Suerte de Saavedra, unos hechos que concluyeron con la detención del ahora fallecido y otros dos hombres que permanecieron varios meses en prisión preventiva por aquellos hechos.

Cuatro años después estaba prevista la celebración del juicio por aquellos hechos en una vista que había sido señalada para el próximo 20 de marzo. Ese día iban a sentarse en el banquillo la víctima del suceso de este jueves y otros dos hombres acusados de una tentativa de homicidio para el que la Fiscalía pide penas de diez años de prisión.

Esa causa es una de las que tenía abiertas el fallecido, que el año pasado fue condenado a tres años de prisión por tráfico de droga durante un juicio que sentó en el banquillo a 30 miembros de un mismo clan familiar. Por esos hechos no llegó a ingresar en prisión después de la Audiencia Provincial de Badajoz aceptase concederle la suspensión de la pena con el requisito de no volver a delinquir en el plazo de cinco años y someterse a un tratamiento de deshabituación a las drogas.