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El proyecto de la azucarera de Mérida está hoy más cerca de convertirse en realidad. El grupo Al Khaleej Sugar de Emiratos Árabes Unidos tiene previsto acudir a la próxima convocatoria de ayudas de una nueva línea de financiación del Ministerio de Industria, Comercio ... y Turismo español.
A través del Fondo de Inversión Productiva los promotores salvarán los problemas de financiación que argumentaban como el principal escollo de la iniciativa, hasta el punto de que en los últimos tiempos parecía haber quedado en stand by. El ayuntamiento de Mérida incluso se había mostrado muy escéptico respecto a las opciones de que pudiera salir adelante, aunque las últimas declaraciones de su alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, eran más optimistas. De hecho, la azucarera, de la que depende la creación de unos 200 puestos de trabajo, se ha reactivado con la mencionada nueva línea de ayudas.
Desde los círculos industriales de la región consultados por este diario se indica que ahora sí existe un porcentaje muy alto para que el proyecto logre el dinero que requiere. La inversión total es de 436 millones de euros.
El grupo árabe, sin embargo, no podrá financiar toda la operación que requiere el proyecto Iberian Sugar con ayuda estatal, pero sí recibiría un apoyo determinante. El importe máximo que ingresará no excederá del 75 por ciento sobre el total del presupuesto financiable.
El Fondo de Inversión Productiva dispondrá el primer año de un montante global de 600 millones de euros para todos los proyectos que se presenten, aunque este se renovará cada año. La convocatoria de ayudas se abrirá en la primera semana de julio. A partir de ahí, los promotores de la azucarera presentarán la iniciativa y esta deberá pasar un periodo de evaluación. En cualquier caso, las fuentes consultadas aseguran de que gracias a estos nuevos fondos, el proyecto de la azucarera de Mérida tiene muchas posibilidades de salir adelante y se ha «desbloqueado».
Hace poco, la ministra Reyes Maroto explicó que la dotación del Fondo de Inversión Productiva (que sustituye al sustituirá al Plan Reindus) no procede de los nuevos fondos europeos de recuperación vinculados a la pandemia, sino de las partidas del propio Ministerio en los Presupuestos Generales, que asciende a alrededor de 4.000 millones de euros.
A diferencia del Reindus, el de Inversión Productiva no fija un importe máximo de operación, lo que hacía que algunos proyectos no pudieran acogerse a esta vía. Esta línea ofrece préstamos ordinarios, otros participativos y participación en el capital temporal y minoritaria, así como otras fórmulas de financiación distintas a las anteriores o una combinación de ellas. Además, los plazos de devolución de las operaciones que se suscriban podrán llegar hasta los diez años.
El día que examinen el proyecto no será la primera vez que Industria sepa de la azucarera. La Junta de Extremadura ya había informado de esta posibilidad al Ministerio cuando los promotores tuvieron una reunión a principios de año con representantes del Ministerio.
La planta prevista en Mérida es bienvenida por los productores de remolacha azucarera, sobre la que prometen tener una capacidad anual de 5.400.000 toneladas, y otras 900.000 de azúcar moreno. Pero no son los únicos que ven en el proyecto un acicate para la región. También es para el futuro industrial de la región, ya que el grupo árabe tiene reservado 974.133 metros cuadrados en el parque Expacio Mérida. Allí han anunciado la creación de 200 puestos de empleo directos.
La ministra Maroto visitó Mérida el pasado mes de marzo y apuntó a que acompañarían las inversiones que generen empleo y riqueza en la región como una forma de luchar contra la despoblación. Entre ellas, esta de la azucarera.
Según informó HOY el 25 de noviembre, Al Khaleej Sugar avanzó entonces que está a punto de finalizar su planta de Egipto, en la que ha invertido 841 millones para levantar la mayor azucarera del mundo. Una vez encauzada la fábrica egipcia, insistieron fuentes cercanas a la empresa, el objetivo sería este de Extremadura.
Iberian Sugar gestionó los primeros trámites en mayo de 2017. El grupo registró la petición de declaración de impacto ambiental (DIA) favorable como la autorización ambiental integrada (AAI). La Junta los resolvió positivamente en diciembre.
La declaración de impacto ambiental tiene una vigencia de cinco años y caducará en diciembre de 2022. Si antes de esa tiempo no se pone en marcha la azucarera extremeña, no será válida. Esta línea de financiación estatal abre la puerta a que pueda ser una realidad.
El Ayuntamiento de Mérida, por su parte, aprobó bonificaciones tributarias para apoyar la iniciativa en su día.
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