Un rebaño de cabras vuelve a limpiar de maleza el Fuerte de San Cristóbal de Badajoz

No es la primera vez que se usa este método para desbrozar el fuerte de San Cristóbal. Sus alrededores son muy escarpados y los animales pueden tener acceso sin peligro. Este sistema se descartó en el caso de las laderas de la Alcazaba, también con pendientes, porque no era posible desplazar a las cabras hasta allí y además la superficie es muy grande.

El rebaño pasta dirigido por su dueño varias horas al día y la escena ha sido captada con sus móviles por muchos pacenses que suben por la zona y a los que les llama la atención la escena de las cabras pastando delante del monumento fortificado. Este solo se abre los fines de semana, por lo que los animales pueden realizar su labor entre semana sin encontrar visitantes. Son las únicas que disfrutan de este patrimonio.

«Hay muchas cabras recién nacidas y llama mucho la atención. Yo me encontré la escena porque a veces subo andando y también subí con los niños para que las viesen. No les da miedo, se acercan», contó ayer Malena Gallardo, vecina de San Fernando.

Para completar la labor de las cabras, el Ayuntamiento de Badajoz también ha realizado un cortafuegos alrededor del perímetro. Se trata de tres metros en los que se ha eliminado la vegetación. Así, en caso de incendio en el cerro de San Cristóbal, las llamas no podrían alcanzar las murallas.

Ya ocurrió. Otros años los incendios de pastos han asolado distintos puntos del cerro que acoge esta fortificación. En dos ocasiones al menos las llamas han alcanzado el vallado exterior y han consumido los postes de madera poniendo en peligro las murallas. La imagen, además, era mala, ya que las laderas se ponían negras.

En este cerro, sin embargo, quedan dos cuentas pendientes. La primera, desbrozar el resto de la superficie, ya que los incendios sí se pueden dar en la zona baja, la más próxima a la carretera de Cáceres y Padre Tacoronte. Además, los vecinos de San Fernando piden que se adecente la explanada que hay en el acceso para que pueda servir como aparcamiento.

En cuanto a lo primero, a diferencia de la Alcazaba, en el fuerte de San Cristóbal no hay una inversión anual destinada a desbrozar sus laderas. Una de las diferencias fundamentales es que el Cerro de la Muela es público mientras que en los alrededores del fuerte de San Cristóbal hay parcelas privadas.

Sea como sea, hay maleza seca desde la base del cerro que podría prender en cualquier momento y ennegrecer el paisaje de la zona.

Esto también preocupa a los vecinos que utilizan la parte baja del cerro, la más próxima a Padre Tacoronte y Cardinal Cisneros, como aparcamientos. Las plazas escasean en esta zona de San Fernando y muchos residentes dejan sus vehículos en la explanada de acceso. Esta también está llena de maleza. «El día que haya un incendio se van a prender dos o tres coches, pero es que no hay donde dejarlos», asegura Raúl Bierzo, vecino de Cardenal Cisneros que pide una limpieza de este área. «Además hay basura, es más probable que esto prenda».

Otra solicitud es que se mejore el camino de acceso y el aparcamiento. Cuando se rehabilitó el fuerte se creó un camino empedrado, pero tras varios años está deteriorado y lleno de baches. Esperan que se repase este acceso al monumento.