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¿Qué ha pasado hoy, 14 de abril, en Extremadura?
Algunas trabajadoras de Zara de la calle Menacho salieron ayer a la puerta de la tienda para aplaudir a los clientes. ARNELAS
Réquiem por Zara

Réquiem por Zara

Adiós. Inditex cierra su tienda insignia en la calle Menacho, donde temen el fin del efecto llamada y quieren mirar con esperanza a un futuro comercial lleno de incógnitas

Rocío Romero

Badajoz

Domingo, 16 de mayo 2021, 08:13

San Amancio, no nos abandones. Es la oración de las Zara adictas, esas seguidoras de la moda que han escrito este domingo una triste despedida en Badajoz. La tienda de Menacho, 2.500 metros cuadrados reconvertidos del antiguo teatro, echó el cerrojo a las nueve de la noche de este sábado dejando algo más huérfanas a todas las que invertían media hora a la semana en su probador.

La cadena incluyó Badajoz entre los 300 puntos de venta que dejarán de funcionar en España este año. La pandemia aceleró la expansión del comercio 'on line' y ahora resulta más cómodo ver las novedades por la aplicación del móvil, encargar con la tarjeta de crédito, recibir en casa, cambiarse dos veces de zapatos a ver con cuál queda mejor, mirarse en el espejo del dormitorio y devolver antes de que carguen el importe en la cuenta.

Eso ha pasado factura a las 25 empleadas de la céntrica tienda, de las que seis pasan a trabajar a la tienda de El Faro, otras dos se marchan a otras provincias y el resto se van al paro.

Estos últimos días han vivido en una «montaña rusa», según reconocían este viernes por la mañana, cuando a Teresa Osorio se le saltaban las lágrimas en la despedida a las «niñas» a las que tantas veces ha confiado el último detalle del conjunto que se llevaba a casa. «Soy clienta de toda la vida desde que abrió, me gusta mucho venir, las conozco a todas, son unas dependientas estupendas que hacen mucho por el cliente y hacen que intimes con ellas, nos llamamos por nuestros nombres. (...) Me llevo sus teléfonos».

«Esto es un punto de referencia y me da una pena tremenda que Zara desaparezca del centro», decía Teresa Osorio justo después de pasar por caja.

Estos últimos días de apertura, el establecimiento parecía desangelado. Llevaba un mes sin recibir nuevas prendas y el viernes ya enviaba mercancía a otros puntos de venta. Tampoco permitía recoger los pedidos realizados por Internet. Poco a poco, la tienda fue despidiéndose de sus fieles.

El dato

  • 15 años tenía la tienda, que abrió el 28 de junio de 2006 tras dos años de obras. Entonces llevaba cuatro años sin actividad, desde que la sala de cine dejó de funcionar en 1999. El teatro data de 1903, aunque no conserva elementos interiores originales. La fachada se respetó.

Una de ellas es Rosa Jiménez. Su visión es clara: «Zara es una institución en Badajoz. Nos quedamos sin esto y es como si desapareciera la calle Menacho. Hemos vivido muchas cosas en Zara, aunque sea muy materialista decirlo. Es una pena tremenda y sé que la voy a echar muchísimo de menos. También que este cierre estropeará el comercio de la calle Menacho, aunque a mí no me gusta El Faro porque está lejos y no es agradable para pasear».

Es esa costumbre de entrar en Zara a echar un ojo y encontrar prendas muy parecidas a las que aparecen en las tendencias de las grandes firmas de moda, pero a precio accesible a los bolsillos de clase media. Se resume en pasear por Menacho, entrar y picar con dos prendas que no suman ni 30 euros. A la salida, seguir mirando escaparates en el resto de comercios hasta que un corte o estampado veraniego capta la atención. Es un ir a Zara por ir a Zara. Como una costumbre, casi como una religión.

Lo explica Inés Fermoselle. «Todos los viernes venimos mi amiga y yo a dar una vuelta. Zara en Menacho es lo principal y no estoy de acuerdo con el cierre. No lo entiendo».

El resto de comercios temen el efecto de la despedida, aunque Inditex mantendrá de momento Stradivarius, su última marca. En apenas un año y medio han cerrado los dos establecimientos de Massimo Dutti, Pull&Bear y Zara Home.

Ni Primark, ni H&M

Ramón Ardila es el arrendador de Zara en Menacho. Lleva meses, explica, ofreciendo las dependencias a distintas marcas de moda. Ni Primark, de la que se ha rumoreado mucho en la calle, ni H&M están interesadas. Hay otras cadenas estudiando el edificio, pero sin una decisión tomada.

La asociación de comerciantes reza para que el efecto no sea devastador. Es más, confía en un futuro esperanzador. En los próximos meses abrirán dos perfumerías, una zapatería y una tienda de ropa de celebraciones.

Este viernes había 17 locales con el cartel colgado de «se alquila» solo en esta vía, sin contar con las aledañas ni el establecimiento donde abrirá Electrocash en unas semanas. Los comerciantes han entregado informes de los locales de mayores dimensiones a grandes cadenas de distribución y Félix Retamar, presidente de la asociación, confía en cerrar acuerdos este verano para que en septiembre aterricen nuevas marcas con la temporada de otoño-invierno.

Hablan del crecimiento de la ciudad y confían en que este pase una buena factura a la calle, que necesitará de un fuerte impulso para sobreponerse a este cierre. También a la bajada de los precios de los alquileres, que en algunos casos superan el 50%.

En el Ayuntamiento hay un concejal de Comercio, Ignacio Gragera. Este, a través de su gabinete de prensa, afirmó que agilizarán los trámites cuando haya nuevos promotores que quieran hacerse cargo del antiguo teatro. También flexibilizarían los usos de este inmueble, que es comercial, en el caso de que algún inversor lo requiriera. Los pasos del Ayuntamiento para impulsar la calle están dentro de una estrategia amplia, con la creación de una nueva imagen para «Badajoz, ciudad de compras» y una campaña de publicidad en medios de comunicación extremeños y portugueses.

En las tiendas se ha vuelto a oír hablar portugués. Dicen los comerciantes que han notado mucho la apertura de la frontera las dos últimas semanas. Aunque aquellos que quieran entrar en el templo de San Amancio, ese que tanto ha hecho por la democratización de la moda desde España, tendrán que optar por quedarse en el centro comercial construido en la entrada a Badajoz. No tendrán que llegar al centro. En su calle comercial, la clásica, ya está escrito el réquiem por Zara.

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