Jesús Palmerín señala la orilla portuguesa del Guadiana, en la desembocadura del Caya, desde una barca donde vigilan el camalote. José Vicente Arnelas
«Hemos retirado del río frigoríficos, motos, coches y televisores»
Guadiana, el río que nos une ·
Jesús Palmerín quería ser maquinista como su padre, estudió para trabajar delante de un ordenador, pero su oficina ha acabado siendo el río, y su misión las especies invasoras
Jesús Palmerín nació a 200 metros del Guadiana, en las casas de Renfe que están junto al Puente de Hierro de Mérida, pero nunca imaginó que pasaría buena parte de su vida laboral cuidando ese mismo río. Su padre era maquinista de trenes, la profesión que quería para él y para la que opositó en dos ocasiones sin éxito. Estudió después para trabajar delante de un ordenador, pero desde hace casi dos décadas se patea cada día las orillas o bate en barca el Guadiana a lo algo de toda la cuenca. Este emeritense de 58 años es el responsable de Calidad Ambiental de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, el servicio que controla las especies invasoras.
Entró en la Confederación en el año 85, después de estudiar un módulo de FP de Administración e Informática. «Cuando estudiaba nunca me imaginé que iba a hacer el trabajo que estoy haciendo», reconoce.
Empezó como peón en el servicio de riego de Arroyo de San Serván. Su misión era repartir el agua de los canales a los regantes. Después de una década, aterrizó en la sede que la CHG tiene en Mérida como auxiliar administrativo cubriendo una baja maternal. «Al final hice la baja de siete compañeras», recuerda. Y finalmente, en 2006 entró en el servicio que hoy se llama de calidad ambiental y cambió el ordenador, las cuatro paredes y la luz artificial, por el Guadiana, el aire fresco y la luz natural.
Se conoce palmo a palmo la cuenca pero su trabajo ahora mismo está centrado en la provincia de Badajoz, por culpa del camalote. Tiene fijada en su memoria las primeras imágenes de la planta cubriendo el Guadiana a su paso por Medellín o cegando los arcos del Puente Romano. Después empezó a bajar aguas abajo y la historia la conocemos, años intentando combatir la planta con falta de manos hasta que el Ejército vino a sumar brazos. «Ahora mismo prácticamente no hay camalote. Vigilamos 170 kilómetros con 40 barcas que hacen su jornada en el río y hay días que no sacan ni una sola planta, pero no bajamos la guardia. Este no es el final de la planta, cuando llegue el calor volverá a salir porque hay semillas en el río».
«Este verano por primera vez hemos sacados kilos y kilos de tortugas de Florida del río»
El camalote solo es uno de los quebraderos de cabeza de la lista de especies invasoras que hay en el Guadiana. El nenúfar, el cangrejo americano, la tortuga de Florida o el ailanto también lo combaten y –dice– que cada vez habrá más especies en esa lista por la globalización y el cambio climático. Este verano, por primera vez, han empezado a limpiar de tortugas el río. «Se han sacado kilos y kilos de tortugas, no sé exactamente cuántos, pero muchos».
Palmerín, en la senda de Caya, donde están desbrozando.
José Vicente Arnelas
Su trabajo no acaba en el agua, fuera de ella también se dedica a cuidar los márgenes y los caminos que discurren paralelos a las orillas, que los desbrozan para que los que hacen ruta con la bici no tengan que ir esquivando ramas o retirando los árboles que se caen. En tierra, su principal caballo de batalla es la basura, a la que califica como otra plaga más del río. «La gente no está concienciada de que la basura hay que tirarla en un contenedor no en las orillas. Hemos sacado del río frigoríficos, coches, motos, televisores o cristales, cuando es más barato llevarlo al Punto Limpio».
«Para acabar con la basura debería existir una asignatura de educación ambiental en los colegios»
Para este mal, tiene clara la solución: «Debería existir una asignatura de educación ambiental en los colegios. Un niño de 5 años aprende inglés con facilitad, a uno de 40 le cuesta mucho trabajo, pues si a un niño de 5 años le enseñas que el medioambiente es su vida, cuando sea mayor lo cuidará».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.