El Cerro agranda la Semana Santa pacense

badajoz. Gerónima Chaparro estuvo ayer en primera fila para ver salir la procesión de su barrio, el Cerro de Reyes. A pesar de andar con bastón desafió al cansancio y al frío a las puertas de su iglesia. Hace 37 años que vive en la zona y nunca pensó vivir un momento así. «Es muy especial. Para que no se olvide nunca», dijo emocionada mientras la imagen titular, Dulce Nombre de María, salía por la puerta de la parroquia de Jesús Obrero. La nueva hermandad formada en este templo cumplió ayer su sueño y sumó un nuevo desfile a la Semana Santa pacense. Ahora es más grande.

La idea surgió hace 5 años cuando La Soledad visitó esta parroquia con motivo de su coronación. Gerónima Chaparro lo recuerda bien. «Salimos a la autopista con la imagen de Jesús Obrero para recibir a la Patrona. Fue muy bonito». De esa experiencia nació la hermandad que adquirió la imagen de Dulce Nombre de María y ayer realizó su primera procesión por las calles de su barrio.

Este desfile aún no forma parte del programa oficial de la fiesta pacense. Esto se debe a que hay que tener dos imágenes para realizar la carrera oficial, una Virgen y un Cristo. Ayer los vecinos del Cerro de Reyes, emocionados por su procesión, tenían claro que lo lograrán. El único problema, destacaron, es el dinero que necesitan para adquirir una segunda imagen, que desean que sea un Cristo Despojado.

«Y poder llevarlo al centro. Esa es la ilusión de mucha gente», resumía ayer Antonio Caño, otro vecino de la zona. Esperan que, una vez que logren los dos pasos, su procesión llegue hasta la catedral y se convierta, oficialmente, en la número 15 de la Semana Santa de Badajoz.

Por el momento, el arranque de la hermandad fue bueno. Pasadas las 20.30 horas la llamada rotonda de las grullas contaba con cientos de personas esperando la salida de la virgen. La lluvia, que amenazaba con estropear este estreno, respetó la nueva procesión pero los asistentes tuvieron que desafiar al viento helado. Lo hicieron. Entre los asistentes había muchos vecinos del Cerro, pero también amantes de la fiesta que se desplazaron al barrio. Fue el caso de Isabel Cano, vecina de La Paz que prácticamente asiste a todas las procesiones. «Yo vivo la Semana Santa», explicó ayer. Le gustó la nueva incorporación a esta fiesta. «No hay muchísima gente, pero es normal al principio. La Veracruz también empezó con poco público y ahora mueve más gente», comentó ayer.

Finalmente la cruz de guía salió de la iglesia seguida por los miembros de la hermandad y representantes de otras cofradías con sus correspondientes varas. Poco después la imagen de Dulce Nombre de María cruzó la puerta y los asistentes ovacionaron. Salió sin corona porque no entraba por la puerta, pero pronto un miembro de la parroquia se la colocó y los costaleros iniciaron el recorrido. El paso fue sin palio y con unas flores blancas y esta agrupación aún no cuenta con nazarenos. Es un desfile sencillo, tal y como destacan en este barrio, que quieren que siga así, una tradición humilde pero muy querida, resaltaron los vecinos.

La procesión rodeó la llamada rotonda de las grullas y descendió por el vial que lleva a la autopista hasta Federico García Lorca. Tras pasar por los jardines de esta zona, giró hacia la calle Albuera para alcanzar San Vicente de Paul y volver en dirección contraria por Manuel Pacheco. Al grupo que acompañó el cortejo se unieron muchos vecinos de las casas bajas de esta zona que salieron a la puerta de sus viviendas e incluso lanzaron pétalos a la imagen.

De nuevo en Federico García Lorca, el desfile cruzó la avenida Luis de Góngora y llegó hasta el Paseo de la Radio, que atravesó casi por completo hasta el parque de la calle Alemania y de vuelta a su parroquia.