Tarás, el niño que huyó de la guerra de Ucrania y jugaba al ajedrez en Badajoz

Tarás vivía en un piso del Casco Antiguo de Badajoz con su familia y estudiaba en el IES Castelar. Llegaron a la capital pacense tras la invasión de Rusia a Ucrania, es decir, huyendo de la guerra como otros compatriotas suyos. El pasado domingo salió de su casa a las cinco y media de la tarde. Indicó que iba a dar un paseo. No se llevó abrigo, dinero ni documentación, lo que hizo que su madre se alarmara cuando fueron pasando las horas y el joven no regresaba.

Su madre interpuso una demanda por desaparición el lunes a primera hora e indicó que su hijo nunca se había escapado ni había hecho nada parecido. La desaparición se consideró alarmante desde el primer momento.

También indicó un par de datos sobre Tarás que eran preocupantes. Por ejemplo, había detectado que en el ordenador de su hijo se había borrado el historial de navegación. Además mostró su enorme preocupación porque había observado que el pequeño no estaba bien de ánimo últimamente.

Los peores presagios se cumplieron el lunes por la tarde, pasadas las siete y media, cuando unos caminantes apreciaron un cuerpo al borde de la muralla, en las laderas de la Alcazaba. Se trata de una zona poco transitada habitualmente, y aún menos en el último año porque está cerrada por vallas debido a las obras de rehabilitación del camino cubierto.

El cuerpo del menor fue encontrado en la zona llamada el Vivero porque antiguamente acogía este servicio municipal. Ahora no se puede llegar andando al estar cerrado el acceso junto a la puerta del Alpéndiz, que también permanece clausurada, y está cortada la entrada a las laderas de la Alcazaba desde el parque de la Legión. Por esa razón pudo retrasarse el hallazgo del cadáver.

La principal hipótesis, según ha podido saber HOY, es que saltó desde los jardines de La Galera el propio domingo, probablemente poco después de salir de su domicilio, pero no fue encontrado hasta 24 horas después.

La Policía Científica recogió pruebas tanto en La Galera como en la zona del Vivero en las laderas de la Alcazaba. Por el momento el caso está judicializado, por lo que no aportan más datos. Sin embargo sí confirman desde Policía Nacional que la principal línea de investigación es que no hubo terceras personas implicadas en la muerte. La conclusión definitiva, sin embargo, tardará días en llegar. Aún están pendientes distintos trámites, así como las conclusiones del informe forense del Instituto de Medicina Legal.

Tarás estudiaba 1º de la ESO en el instituto Castelar donde la noticia de su muerte ha causado un profundo impacto. El centro ha organizado un minuto de silencio en el patio durante el recreo. A primera hora, además, el departamento de Orientación ha acudido a hablar con los alumnos de las clases de primero para atender a los compañeros del fallecido. Tarás hablaba bastante bien ya español, aunque su personalidad introvertida había impedido una mejor integración social, más que el propio hecho de su condición de inmigrante, según las informaciones recabadas por este diario.

El menor también participaba en actividades, por ejemplo ajedrez y bádminton. De hecho la Fundación Municipal de Deportes (FMD) ha enviado esta mañana su pésame a la familia de Tarás por su pérdida.

El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, también ha mostrado sus condolencias. «Descanse en paz. No puedo ni imaginar el dolor de su familia en un momento como este. Un abrazo muy fuerte», ha indicado el regidor pacense.