Teresa Flores y Juancho Pérez, siguientes de la lista para ser ediles del PP en Badajoz

La salida de Antonio Cavacasillas abre la puerta a la entrada de otro concejal. Los populares tienen 14 ediles, y la número 15 es Teresa Flores. Tras décadas como profesora y directora en el colegio de la Sagrada Familia (Las Josefinas), Flores entró tras las elecciones como asesora de la consejera de Educación, Mercedes Vaquera. Ese puesto no es incompatible con ser concejala. Y, de entrar en el Ayuntamiento, sería concejala por primera vez. Pero ser asesora sí le obliga a estar tiempo en Mérida, por lo que podría declinar la posibilidad.

El siguiente de la candidatura, el número 16, es el deportista Juancho Pérez. Este sí fue concejal entre 2019 y 2023 como encargado de la Fundación Municipal de Deportes. Ahora está dedicado a negocios propios. Si este se negara, la siguiente de la candidatura es Loli Vázquez, que accedió a ser concejala en el Ayuntamiento por unos meses este año antes de las elecciones en sustitución de Francisco Pizarro.

Estas son las tres posibilidades del relevo, que se conocerán más adelante. Una vez que el pleno tenga conocimiento de la renuncia formal, la junta electoral debe emitir la acreditación del concejal que vaya a tomar posesión del acta. Y, en el siguiente pleno, sería efectiva. Así que lo más probable es que el nuevo concejal jure o prometa su cargo el tercer jueves de enero, como pronto.

Quien le relevara tendría que hacerse cargo del Instituto Municipal de Servicios Sociales, Mayores y Mujer. Aunque el alcalde, Ignacio Gragera, podría aprovechar para repartir estas áreas entre otros ediles y hacer una reorganización.

Hay otros perfiles que pueden hacerse cargo de Servicios Sociales, como las concejalas Mariema Seck o Elena Salgado. Esta última solo tiene delegadas competencias de sanidad animal (perrera) y prevención de riesgos laborales. Por lo que su nombramiento como encargada de Servicios Sociales no conllevaría otros trastornos. Esta delegación suele llevar aparejada Mayores, que tiene mucho de relaciones públicas. Cristina Herrera o Rosario Gómez de la Peña estuvieron muy involucradas en una delegación que igual organiza actividades deportivas que comidas y bailes en un granero de votos para el PP local.

Nadie sabe de momento qué piensa hacer el alcalde, que suele ser bastante parco en transmitir sus decisiones.

Pero, más allá de encargar esas áreas a otra persona, tiene sobre la mesa la tarea de nombrar a otro primer teniente de alcalde. Y encontrar en esa persona a alguien que le apoye internamente, coordine al resto de concejales para que él pueda atender los actos y que, además, sepa compatibilizar todo eso con atender a los medios en los asuntos más espinosos.

Por afinidad, el concejal de Urbanismo, Carlos Urueña, tiene su entera confianza. Pero este lleva muchas delegaciones relacionadas con proyectos que requieren de una persona al 100%. Ya es segundo teniente de alcalde.

La tercera teniente de alcalde es Gema Cortés, que ha aterrizado este año en el Ayuntamiento tras una dilatada carrera en la Asamblea de Extremadura y en el PP. Y es, además, del círculo de Guardiola. Cortés sí lleva un área que tradicionalmente han dirigido los primeros tenientes de alcalde, la Policía Local, cuyas reivindicaciones han dado quebraderos de cabeza a los alcaldes. Además, Gragera delegó en ella la portavocía del Gobierno local.

Pero, al igual que con el futuro edil de Servicios Sociales, no se sabe qué piensa hacer el alcalde.

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