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Dos trabajadores desinfectando la galería comercial de El Faro para su reapertura. J. V. Arnelas

Las tiendas de El Faro suben este lunes la persiana

Reapertura. A lo largo de la semana, el 95% de los negocios retomará la actividad en el centro comercial. El reto es evitar las aglomeraciones en los accesos, colas, aseos y terrazas

Domingo, 24 de mayo 2020, 21:50

Aún no sabemos cuándo podremos ir a la playa, pero desde este lunes podemos ir a comprar ya el bañador con el que queremos darnos el primer chapuzón, las sandalias y el esmalte con el que dejaremos nuestros pies al aire, y el modelito que llevamos viendo un mes en el móvil y que no nos hemos atrevido a comprar hasta verlo en vivo.

El centro comercial El Faro reabre este lunes y lo hace con medidas de protección que ya empiezan a resultarnos familiares: geles y alfombras desinfectantes en los accesos, pegatinas en el suelo para organizar la circulación y evitar los cruces, control de aforo y mucha vigilancia para que no se amontonen los clientes.

La gran mayoría de las tiendas y locales de restauración retomarán su actividad de cara al público, entre ellas todas las de la firma Inditex. Otras, como Primark, lo harán a mitad de semana, de manera que el viernes se espera que el 95% de los negocios de El Faro hayan levantado ya su persiana.

La galería comercial más grande de Extremadura se ha blindado para que no se cuele el virus. Lo ha hecho implantando 183 medidas de control de la higiene y salud de sus trabajadores y de los clientes. Muchas, como la desinfección exhaustiva diaria y la limpieza constante de zonas críticas como pasamanos, pomos de las puertas o botones están ya rodadas, porque las tiendas de productos básicos de alimentación, mascotas o telefonía han permanecido abiertas desde el inicio de la pandemia.

Si bien, la verdadera prueba de fuego empieza ahora. ¿Qué novedades traerá la reapertura? La principal es el control de aforo en esta fase 2, que estrenamos este lunes. Dentro de las tiendas, se limitará al 40% y en las zonas comunes del centro comercial será del 30%. Para controlar el flujo de gente, todos los accesos peatonales del centro contarán la entrada y salida de trabajadores y público en tiempo real y se lanzará una alerta en caso de que se acerque al aforo máximo. Hasta 6.500 personas pueden estar dentro al mismo tiempo, una cifra que el centro comercial no prevé rebasar. «No estimamos que se vaya a dar el caso, según los cálculos que hemos hecho en base al histórico de los diez últimos años del centro», explica Alberto Acero, director de El Faro.

«El 25% de nuestros clientes son portugueses. Esperamos que vuelvan cuando se abra la frontera»

Alberto Acero, director de el faro

Lo que sí preocupa son las aglomeraciones, sobre todo en puntos críticos como las colas para entrar en las tiendas, aseos, accesos o terrazas. Aquí es donde se va a poner el foco.

Otra de las novedades es que no se podrán usar las áreas de descanso –de hecho algunas se han retirado– ni abrirá el club infantil o la ludoteca. Además, seguirán precintadas todas las zonas de juego infantiles tanto dentro como en la zona exterior del centro. La sala de lactancia funcionará bajo demanda y la capacidad de los aseos se restringirá a la mitad para mantener la distancia de seguridad. «Tenemos muchas expectativas con la vuelta. Somos un centro seguro y limpio y queremos apoyar a las tiendas que han hecho un esfuerzo para reiniciar su actividad», argumenta.

Otra novedad es que, de momento, no se escuchará hablar portugués en El Faro. Con las fronteras cerradas y la prohibición de moverse entre provincias, los clientes en esta fase 2 serán exclusivamente de Badajoz y los pueblos de la provincia.

Acero reconoce que miran con expectativa la reapertura de la Raya, que de momento parece que llegará a mediados de junio. «El cliente portugués es muy importante para nosotros. El año pasado pasaron por el centro comercial 7 millones de personas y el 25% eran portugueses. Esperamos que vuelvan cuando se abra la frontera».

Cuando se decretó el estado de alarma el 14 de marzo, las tiendas del centro comercial El Faro se quedaron congeladas en el tiempo, como el reloj del Titanic. Abrigos, plumas, botas altas, labiales de tonos oscuros seguían en los escaparates viviendo su propio confinamiento, mientras que la primavera avanzaba.

Desde que el viernes se anunció que Badajoz pasaba a la fase 2, los trabajadores del centro comercial han iniciado su predesescalada: meter en cajas la ropa de invierno, desinfectar las tiendas, colocar pegatinas en el suelo para organizar la circulación y llenar sus estanterías de colores vivos. «Estamos colocando la ropa de primavera y haciendo hueco para la colección de verano. Tenemos muchas ganas de abrir y creo que la gente tiene ganas de estrenar ropa», dice Hugo Valle, dueño de la tienda Harper & Neyer.

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