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Natalia Torres, trabajadora de la tienda 'Lola Ruiz' de Menacho, atendiendo a una clienta. CASIMIRO MORENO
En las tiendas de Menacho no se atiende en portugués

En las tiendas de Menacho no se atiende en portugués

Asignatura pendiente ·

Pese a que el 30% de sus ventas son de clientes portugueses, la mayoría de los comercios reconocen que no hablan el idioma del país vecino

Miriam F. Rua

Badajoz

Domingo, 2 de octubre 2022, 21:02

Bom dia, obrigado y poco más. Así resume Julio José Mazo, dueño de 'Portobello', las palabras con las que intenta defenderse cuando un cliente portugués entra en su tienda de la calle Guardia Civil, una de las que atraviesa Menacho. No es una excepción, la mayoría de los que están detrás de los mostradores de las tiendas del centro y el Casco Antiguo reconocen que no hablan portugués. Es la asignatura pendiente del comercio pacense que lleva décadas recibiendo a clientes del otro lado de la Raya, pero sigue sin saber atenderlos en su idioma.

«No hablo portugués, pero lo entiendo perfectamente. Alguna palabrilla me sé, como por ejemplo tirantes o pajarita, pero no como para atenderlos en su idioma. De todas formas, los portugueses vienen a comprar a Badajoz y saben que la mayoría no hablamos portugués. Ellos hablan español porque lo aprenden en el colegio desde chicos y porque ven la televisión en español», cuenta Yolanda Hermoso, empleada de 'Rafaello' en la calle Menacho.

En 'Teté' tampoco se 'fala', pese a que reciben muchos clientes portugueses. «No hablo nada de portugués, cuatro palabritas. Son ellos los que se apañan con nosotros, los que se esfuerzan en hablar en español y nos entendemos por eso», reconoce Remedios Zurita, dueña de esta tienda de la calle Menacho.

Lo mismo ocurre en 'Lola Ruiz', donde los portugueses piden en español la talla o la prenda que quieren. «El 70 u 80% de nuestros clientes son portugueses y la mayoría habla español, por lo que es más fácil comunicarnos en nuestro idioma. Creo que todos deberíamos hablar lo básico porque es nuestro país vecino, pero nadie pone empeño en aprenderlo porque como ellos hablan español, al final nos acomodamos», considera Natalia Torres, empleada de esta tienda de la calle Menacho.

El socorrido portuñol

El desconocimiento del idioma sorprende más teniendo en cuenta que, como cifra Félix Retamar, presidente de la asociación de comerciantes, «el 30% de las ventas de Menacho se van a Portugal, eso se traduce en muchos clientes portugueses».

Para Retamar, el hecho de que no se domine el idioma del país vecino no es un freno para dar una buena atención en los comercios. «En Menacho hablamos el portuñol y nos funciona bastante bien. Al cliente portugués se le entiende perfectamente y el empleado no habla el portugués a la perfección pero se comunica mezclando palabras portuguesas y españolas».

No siempre es así, muchos dueños y trabajadores de los comercios del centro reconocen que, si bien los clientes de la zona de la Raya se manejan bien en español, no ocurre lo mismo cuando reciben a portugueses de otras partes del país.

«Es difícil encontrar un perfil cualificado para el comercio y que además hable portugués»

Julio José Mazo

Dueño de 'Portobello'

«Hago el esfuerzo de hablarles en portugués, al final se trata de aprender las palabras y diálogos más usados»

Manuela López

Dueña de 'Strass'

En Menacho son una reducida minoría los que se desenvuelven en portugués para poder atender a sus clientes. En estos casos manejan el llamado 'portugués comercial', enfocado específicamente para la atención al púbico. «Después de tantos años en el oficio, hay una parte del portugués que la controlamos como los nombres de la ropa o de los colores. El portugués agradece mucho que intentes hablar en su idioma», cuenta Jesús Redondo, dueño de 'Urban Taylor' en Menacho.

Lo mismo opina Manuela López, de la tienda 'Strass' en la plaza de Capitanía. «He hecho algunos cursos de portugués orientados para el comercio y luego me he preocupado de aprender el vocabulario de los artículos y productos que vendo. Al final, se trata de aprender las palabras y diálogos más usados. Hago el esfuerzo de hablarles en portugués porque entiendo que les gustará que los atienda en su idioma, igual que a mí me gusta que cuando voy a Portugal, me atiendan en español».

El sello 'Eu falo'

La falta de tiempo y la comodidad hacen que los comercios no se empeñen en hablar la lengua de Camões. Para intentar remediarlo, el Ayuntamiento va a destinar más de 15.000 euros de los fondos Next Generation de la UE al proyecto 'Eu falo', que consiste en dar cuatro cursos de portugués aplicado al comercio, destinado precisamente a los dueños y trabajadores de los comercios de Menacho y el Casco Antiguo. La idea es que, cuando superen la formación, reciban un sello con el que puedan anunciar en los escaparates de sus negocios que hablan portugués.

Los comerciantes aplauden la iniciativa. «Cualquier cosa que sea para aprender y seguir mejorando, bienvenido sea. Yo estaría dispuesto a apuntarme si me encajase en el horario», dice Julio José Mazo. La misma apreciación hace Remedios Zurita: «Tengo muchas ganas de aprender portugués, pero el problema es el tiempo. Los horarios de las tiendas son mortales, tienes el ratito de comer y luego cuando cierras a las ocho y media de la tarde, todo el mundo tenemos algo que hacer en casa».

Por su parte, Redondo defiende que la formación en portugués es necesaria por la alta rotación de personal que se produce en el sector del comercio. Y si bien antes ni se miraba, ahora los dueños de las tiendas de Menacho y el Casco Antiguo confirman que el conocimiento del portugués en un currículum se valora a la hora de contratar empleados o reforzar sus plantillas para periodos como la Navidad. «A la hora de incorporar personal a las tiendas se valora bastante que sepan hablar portugués, sobre todo en establecimientos que venden productos muy específicos como los ordenadores», confirma Retamar.

El problema es encontrar perfiles que dominen el idioma, reconocen en las tiendas. «No se puede pedir como requisito para trabajar porque si no, no encontrarían a nadie», cree Torres. «Recibimos muy poquitos currículum con ese perfil, salvo de chicas que son portuguesas», confirma Zurita. «Es difícil encontrar un perfil cualificado para el comercio y que además hable portugués», resume Mazo.

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