Borrar
La campana suspendida por una grúa entrando en la torre. C. MORENO

La Torre de Espantaperros vuelve a dar las horas tras 143 años sin campana

La monumental réplica ya está colocada en el campanario de la Alcazaba y servirá para anunciar alertas, fiestas y funerales

Miércoles, 22 de diciembre 2021, 13:44

A las 13.41 horas de este miércoles sonó por primera vez la nueva campana desde la torre de Espantaperros. La monumental pieza, fabricada en los talleres de los hermanos Rivera en Montehermoso, luce ya en la espadaña del campanario de la Alcazaba.

Entre una enorme expectación, 143 años después de que la original dejara de sonar, su gemela recuperó un sonido, en Re sostenido, que aunque es nuevo para todos los pacenses, los que saben de campanas dicen que habla muy bien del maestro que la hizo.

Antes de colocarse en la torre, el edificio de la Galera se vistió de largo para acoger el acto oficial, en el que además de autoridades estuvieron presentes muchos de los mecenas que han contribuido a que sea una realidad.

El concejal de Turismo, Jaime Mejías, fue el primero en hablar para destacar que con la campana, «no solo recuperamos un pedazo de nuestra historia, sino un signo de identidad y orgullo de los pacenses». Y, precisamente, en ese sentimiento de orgullo fue en lo que insistieron todos los que hablaron después de él, desde el maestro campanero al alcalde, Ignacio Gragera, que además anunció que va a solicitar al Museo Arqueológico la cesión de la campana original para exponerla al público en el Museo Luis de Morales.

Ignacio Gragera, Jaime Mejías, Manuel Cienfuegos y Gabriel Rivera, con la réplica. c. moreno

El artífice de la pieza, Gabriel Rivera, reconoció que había sido un honor hacerla, lo que dice mucho teniendo en cuenta que cada año salen de su taller más de 300 campanas. «Es una joya gótica de bronce espectacular. Ha sido un trabajo arduo y bonito».

Arduo porque ha logrado hacer un pieza idéntica a la original con solo 45 fragmentos de los 167 que se conservan, sabiendo leer su historia. Tanto es así que, como desveló el alcalde, el maestro campanero ha descubierto que la pieza original se hizo 50 años después de lo que se creía. Se fundió en 1567, no en 1517 como se había interpretado hasta ahora la inscripción grabada en el borde.

El Ayuntamiento le va a pedir al Museo Arqueológico la original para exponerla en el Museo Luis de Morales

El campanero, Gabriel Rivera, descubre que la pieza original no se fundió en 1517, como se creía hasta ahora, sino en 1567

Poco minutos antes de la una del mediodía, la campana, de 735 kilos de peso y sujeta a un crucero de madera, empezó a ser ascendida por una grúa hasta el campanario de Espantaperros, para empezar a escribir un nuevo capítulo en la historia del monumento.

La colocación de la pieza generó mucha expectación, lo que no es extraño teniendo en cuenta que ha sido posible gracias a las aportaciones de los casi 900 pacenses, que participaron en la campaña de mecenazgo organizada por las asociaciones Alcazaba y Amigos de Badajoz, a la que se sumó el Ayuntamiento para cubrir el coste de su colocación. Manuel Cienfuegos, presidente de Amigos de Badajoz, fue quien se acordó de quienes desde dentro y fuera de la región contribuyeron con sus donaciones a financiar la campana (y cuyos nombres pueden leerse ya en un atril dentro de la propia torre), sobre la que recordó que durante más de 3 siglos estuvo aportando información a la ciudad.

El sueño y la siesta, sagradas

Esta función la recuperará ahora, porque la campana sonará a diario para dar las horas en punto, respetando la siesta y el descanso nocturno (no tocará de 15 a 17 ni de 1 a 7 de la mañana). Además tiene programado cuatros toques: un repique corto de seis campanadas antes de las 12 del mediodía; un toque cada segundo para alertas ciudadanas; un repique para anunciar las fiestas y un toque de funeral, donde la campana doblará cada siete segundos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy La Torre de Espantaperros vuelve a dar las horas tras 143 años sin campana