Tres artistas extremeños exponen sus ‘Sirenas del Guadiana’ en ARCO

Por segundo año consecutivo, la institución provincial es la única administración pública de la región que financia un estand. Las obras expuestas en el mismo son «tres conceptos artísticos distintos sobre la vinculación de estos seres mitológicos con el patrimonio cultural y natural de Badajoz y de sus pueblos», según explica la Diputación en una nota.

En la inauguración, llevada a cabo por el rey Felipe VI, los artistas seleccionados este año por los comisarios Javier Cano y Javier Remedios, fueron recibidos por el diputado de Cultura, Deportes y Juventud de la Diputación de Badajoz, Ricardo Cabezas. Así, cada uno de ellos desveló algunos de los planteamientos que le han llevado hasta la obra final.

Murillo tuvo en cuenta las dos mitades de la sirena, la mujer y el pez. La artista presenta dos óleos sobre lienzo en una «clara apuesta por mantener las posibilidades de este formato», con dos tonalidades diferenciadas que relacionan el carmín con la sensualidad y con las ondas biológicas de los seres, y el verde, plasmado como una acuarela arrugada y estirada, con el movimiento y las tonalidades del principal río que cruza toda la provincia pacense. El resultado es una gran pieza diagonal que bien podría ser el cuerpo de una de ellas.

La sirena de Mariajosé Gallardo, por su parte, tiene que ver «con el misterio que envuelve las historias populares y la realidad que de ella presentan las representaciones arquitectónicas», con las que la artista invita a establecer esa misma dualidad con lo inexplicable de la pintura y a centrar la atención en el componente mágico, como si de una semilla para descubrir la provincia se tratara. Exprime así la historia, remontándose incluso a los tiempos en los que las sirenas eran concebidas como aves y relacionadas con la mortalidad, permitiendo al público aportar su propia visión.

En el caso de Alejandro Calderón, «la ambigüedad se plantea desde lo real y lo ficticio, recreando la parte amable y la parte monstruosa de las sirenas», en un mundo ilusorio en el que establece una metáfora de lo que se puede ver en la provincia de Badajoz y lo que da pie a la figuración, guiada por el azul del agua y el rosa de la carne.