Tres de los cuatro policías que irrumpieron en un piso de Badajoz acuerdan rebajar la pena a 5 años de prisión

Cabe recordar que las penas que se pedían en un principio superaban los 20 años de cárcel para uno de los agentes.

Con posterioridad sus abogados pedirán que se suspenda el ingreso en prisión por no superar ninguna de las penas los dos años de cárcel. Ese acuerdo castigará con seis meses de cárcel cada uno de los dos delitos de lesiones cometidos y un mes de multa de cuota diaria de seis euros por un delito leve de lesiones. También se impondrá otros dos años de cárcel por un delito de falsedad documental, así como el pago de la multa correspondiente a seis meses (fijada en una cuota diaria de seis euros). En este caso también se fija la inhabilitación especial para el cargo durante un año. Igualmente se contemplan otro dos años más e inhabilitación de cargo durante otro año por un delito contra la integridad moral por trato degradante.

El cuarto agente, que es el oficial que dirigía el operativo policial, rechaza aceptar una conformidad previa y su abogado ha anunciado su defendido irá a juicio, en el que deberán permanecer los otros tres agentes hasta prestar declaración.

Los agentes están acusados de irrumpir en una vivienda de Valdepasilas sin tener autorización para entrar, agredir a las personas que se encontraban en el interior, detener a dos de ellos, vejarlos y mentir cuando los pusieron a disposición de la Policía Nacional.

Esa actuación policial tuvo lugar el 20 de mayo de 2020, durante el estado de alarma decretado tras la pandemia de covid. Los efectivos se personaron en un domicilio de la plaza Francisco Vera. Su visita se produjo a las 4.10 horas por ruidos y posibles molestias a los vecinos. Se da la circunstancia de que esta plaza de Valdepasillas está frente a la comisaría.

Tras llamar al piso, el ocupante del mismo abrió a los agentes. Era el residente de la vivienda junto a su novia, que fue la persona que grabó, oculta en otra habitación, las dos visitas policiales. En la casa había, en ese momento, otras dos personas.

Los municipales pidieron al varón que les entregara su DNI y éste se negó tanto a identificarse como a entregarles este documento. Tras su negativa, los policías le advirtieron que sería doblemente sancionado, tanto por negarse a identificarse como por las molestias que causaba en el piso. Finalmente se marcharon indicándole que cesara el ruido.

Una hora después, a las 5.15 de la madrugada, la policía volvió al mismo piso de la plaza Francisco Vera. En ese caso fueron tres agentes y un oficial que no se había personado en la primera visita. A las 5.23 horas el perjudicado abrió de nuevo la puerta y el oficial volvió a pedirle el DNI. Fue entonces cuando el dueño de la vivienda les respondió que no lo tenía y se dispuso a cerrar la puerta. En ese momento el mando policial dio un fuerte empujón a la puerta y entró en la casa seguido por los otros tres agentes. Los funcionarios accedieron a la vivienda sin orden judicial y sin consentimiento de los ocupantes.

Tras los hechos los cuatro policías narraron su versión de lo sucedido. No dijeron que habían entrado en la vivienda sin autorización. En su lugar mantuvieron que habían escuchado los gritos de alguien que pedía ayuda desde el interior del piso . Mantuvieron esta versión antes de saber qué existían los vídeos.