El vertedero ilegal de las Cuestas está sellado y ahora será una zona verde

El antiguo vertedero ilegal de las Cuestas de Orinaza ya está sellado. La Junta de Extremadura trabaja desde el mes de octubre del año pasado en este solar de la carretera de Campomayor para devolverle su aspecto original, primero, y convertirlo después en una zona verde.

Está será la segunda fase de los trabajos que enfilan su recta final, ya que está previsto que las obras acaben antes del plazo de ejecución fijado para el mes de mayo.

Los trabajos de eliminación del vertedero empezaron con la limpieza y retirada de los residuos -incluidos los peligrosos-, el sellado y la restauración de los taludes. Precisamente, la tarea más delicada ha sido la recogida y gestión de los residuos peligrosos, ya que en esta amplia zona se habían desechado tuberías y tejados de fibrocemento y uralita.

Ahora, ya se está trabajando en poner las barreras para dificultar que los vertidos se repitan, -fundamentalmente con cunetas y resaltes para evitar el acceso con vehículos- y en convertir el viejo vertedero en una zona verde para el Gurugú y el resto de barrios de la margen derecha.

Cuando termine esta actuación, la Junta dará por concluida la recuperación ambiental de esta área degradada de las Cuestas de Orinaza, si bien esta actuación solo abarca unas 11 hectáreas de las 120 de las Cuestas de Orinaza, la barriada social que se demolió hace 7 años.

Los trabajos -defiende la Consejería de Medio Ambiente- «no sólo han incluido el sellado del antiguo vertedero sino más actuaciones como son la limpieza y retirada de todos los residuos voluminosos y peligrosos, la construcción de una importante barrera física que impida el acceso a la zona y el vertido de nuevos residuos, la remodelación topográfica de taludes, el acondicionamiento de viales y el establecimiento de una red de drenaje, así como la plantación de una zona arbolada a modo de pantalla vegetal en la zona de viviendas, entre otras».

En el transcurso de estos trabajos se han vuelto a producir vertidos ilegales de residuos voluminosos y ripios, asegura la Junta. En concreto, el pasado diciembre, se publicó en HOY que el Seprona había sorprendido a dos hombres arrojando escombros en las Cuestas.

A este respecto, la Consejería de Medio Ambiente mira al Ayuntamiento de Badajoz, para que extreme la vigilancia. «Es importante que el Ayuntamiento realice intensas tareas de vigilancia y control ambiental en la zona para evitar el vertido incontrolado de nuevos residuos y así mantener y conservar el área restaurada y sellada en óptimas condiciones», dicen.

Esta obra, pagada con fondos europeos, va a costar 423.939 euros, que es la cifra por la que se adjudicaron los trabajos en mayo de 2017. Sin embargo, el Ayuntamiento de Badajoz quiere que se inyecten 800.000 euros más este año para dar continuidad a este proyecto.

Así lo pidió el PP en el pleno celebrado el pasado jueves, a través de una moción. El concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila, explicó que quieren que de los 2,1 millones de euros que aparecen consignados en los presupuestos autonómicos de 2018 para la recuperación ambiental de áreas degradadas, 800.000 sean para las Cuestas.

El edil pacense defendió que es la cuantía que estima para hacer frente a la ejecución de la segunda fase de las obras. Sobre esto, la Junta de Extremadura solo ha dicho que el proyecto para acabar con el vertedero fue consensuado con los representantes vecinales de la zona, a quienes se les explicaron los detalles de los trabajos.