Directo Los invitados ya desfilan por la alfombra roja
Firma de la cesión del estadio Nuevo Vivero al CD Badajoz, el pasado diciembre. HOY

El Vivero no está afectado por la situación legal de Parra al no llegar a la concesión

Las reticencias del Ayuntamiento de Badajoz de traspasarle el estadio han impedido que pueda ser embargado por la jueza que instruye el caso del presidente del club

Domingo, 1 de agosto 2021, 08:13

El Nuevo Vivero no está en peligro. El convenio de cesión en vigor entre el Ayuntamiento y el CD Badajoz determina claramente que el estadio es propiedad municipal y, por tanto, queda al margen de la situación legal de su presidente, Joaquín Parra, que ... desde el jueves permanece en la prisión malagueña de Alhaurín de la Torre.

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La portavoz municipal y edil responsable de Patrimonio en la primera mitad de la Legislatura, María José Solana, confirma que la cesión, firmada en diciembre, solo daba al club, del que Parra es su máximo accionista con un 99% de las acciones, un uso preferente del estadio, pudiendo el propio Ayuntamiento utilizar las instalaciones deportivas en casos puntuales y previo aviso. Por tanto, el funcionamiento de las instalaciones no está comprometido.

La cesión del estadio al club es por cuatro años, que pueden prorrogarse otros cuatro más, el plazo máximo que contempla la ley para la figura del convenio, que rige el acuerdo entre el Ayuntamiento y el club.

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Esta fue la solución puente que acordaron el Ayuntamiento y el club hasta que se concretase la concesión administrativa que fue, en palabras de Solana, «lo que ellos querían –rehúsa referirse a Parra y se refiere siempre al club– desde el minuto uno». El pleno municipal, con la única abstención de la concejala de Unidas Podemos, Erika Cadenas, dio su voto favorable a la cesión y al compromiso de sacar a concurso la concesión del estadio en el plazo máximo de un año, es decir para 2022.

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Las implicaciones de una concesión nada tienen que ver con la cesión; permitiría la explotación comercial de estadio y convertiría al Nuevo Vivero en un activo económico y financiero, que menos ponerse a la venta, podría servir como aval para pedir una hipoteca o ser embargado por un juez. Además, legalmente, la concesión puede adjudicarse durante un plazo máximo de 75 años y durante este tiempo el concesionario paga un canon al Ayuntamiento, una cifra de la que no se llegó a hablar.

En la concesión se había empezado a trabajar con mucha cautela por parte del Ayuntamiento, pese a las presiones deportivas y políticas para acelerar los trámites. «La concesión requiere un procedimiento administrativo muy extenso. En el momento en el que se empieza a pedir documentación, el club deja de responder», explica Solana.

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Por documentación –aclara– se refiere a los planes que tenía el club sobre el Nuevo Vivero. «Un proyecto de lo que pensaba hacer en el estadio, tanto en el plano deportivo como respecto a actividades no deportivas y no tuvimos respuesta».

Este trámite se interpretó como trabas en el club. En este sentido, Solana reconoce que han vivido situaciones desagradables. «Se le ha pitado al alcalde (Fragoso) y a concejales y se les ha insultado. Hemos vivido una sensación de impotencia porque lo que intentábamos trasladarle a la afición era que lo que estamos haciendo era en beneficio del club, la afición y la imagen de la ciudad a medio y largo plazo».

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«Intuido lo que se intuía y visto lo visto, no habría pasado ningún tamiz para llegar a la concesión», concluye.

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