![Celebración de la fiesta durante la mañana del domingo junto a la ermita.](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202301/22/media/cortadas/romeria1-RQGv6fMkBPZp37NumnnygNN-984x608@Hoy.jpg)
![Celebración de la fiesta durante la mañana del domingo junto a la ermita.](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202301/22/media/cortadas/romeria1-RQGv6fMkBPZp37NumnnygNN-984x608@Hoy.jpg)
1.500 roscas de anís en la primera romería del año en Cáceres
En el Paseo Alto. ·
Desde las once de la mañana ya había colas para comprar los tradicionales dulces y celebrar los Santos Mártires, este año con buen tiempoSecciones
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Desde las once de la mañana ya había colas para comprar los tradicionales dulces y celebrar los Santos Mártires, este año con buen tiempo«¿El secreto? Agua y harina. Ahora te enseño la máquina para elaborar los dulces», explicaba Ricarda Martín. Tiene 80 años y lleva 43 preparando roscas, coquillos de miel, tortas de chicharrones y torrijas. Cuando el interlocutor espera ver la 'máquina', lo que la mujer muestra son sus manos. Ricarda empezó en San Blas y es habitual en el Paseo Alto.
Allí se celebró este domingo una de las romerías tradicionales de la ciudad, la de los Santos Mártires. La cita ya es todo un clásico, siempre el domingo más próximo al 20 de enero. Ese día el santoral recuerda a San Fabián y San Sebastián.
En pueblos de la provincia de Cáceres como Portezuelo (a unos 60 kilómetros de la capital y de apenas 220 habitantes) es fiesta grande. De hecho los dos santos entran una por una en todas las viviendas del municipio. Ese día el almuerzo antes de las cinco de la tarde es una quimera.
En Cáceres la celebración lleva el sello de la Hermandad de la Salud. La comisión organizadora recuerda que la devoción se remonta nada menos que al siglo XV con la ermita, aunque la actual romería se recuperó hace más de cuatro décadas ya.
«Murió Juanita Franco y ahora quedamos un grupo de personas con la cofradía de los Santos Mártires. El más joven soy yo, que tengo 87 años. Los hermanos de la Salud hacen un trabajo fundamental», cuenta a pie del templo Pedro Muriel. Juan Eduardo Martínez, de la Hermandad de la Salud, se fija en que el buen tiempo, al contrario que en años anteriores, ayuda. «Aquí cuando hace viento es imposible», remarca.
Los organizadores animan a colaborar con todo tipo de platos, pero también con los trajes más clásicos, los de Extremadura de toda la vida. Para ello se reserva la entrega de recuerdos a los romeros que acuden con las vestimentas más antiguas.
Montaña Díaz, por ejemplo, lució el año pasado uno de montehermoseña con más de 20 kilos y casi dos siglos. Esa es la filosofía.
La de los Mártires inciden en la organización, es una de las tres romería tradicionales de la ciudad, la primera del nuevo año. Luego llegarán en febrero la de San Blas y en mayo la de Santa Lucía.
A las once la mañana ya había colas en el puesto oficial de venta de las roscas de anís. «Este año hemos tenido que subir el precio. Los costes se han disparado», admite Juan Eduardo Martínez, que resalta que los ingresos que se obtienen se destinan a obras sociales, sobre todo a reparaciones de la ermita, que ya se ha sometido a distintas intervenciones para evitar que cada vez que llueve entrase el agua en los portales y la sacristía.
Los participantes compran sus boletos para la rifa, en la que este año además de los dulces y productos tradicionales aparece como novedad una colección de vino tinto conmemorativa del partido de fútbol de la Copa del Rey entre el Cacereño y el Real Madrid, en el estadio Príncipe Felipe. Las roscas de anís, el producto estrella, se venden a 1,20 euros, 20 céntimos más que el año pasado. Se han puesto a la venta 1.500, 500 más que el año anterior.
Javier Alcala sale con una bolsa en la mano. «Siempre vengo y se las llevo a mi madre. No falto a la cita nunca», comenta este cacereño que llega con un grupo de amigos con los que comenzó el domingo de ruta. Han hecho ya siete kilómetros y las roscas ayudan a recuperarse del esfuerzo.
A pocos metros de allí, en el puesto de Ricarda y sus hijos, otro cliente y su pequeño no se pierden su ración. «Este año me he quedado escasa. Están todos los productos por las nubes. El aceite de girasol ahora vale 3,4 y antes un euro. La saca de harina, 25 euros. Con eso antes compraba dos. Y el azúcar, aún peor», se queja esta veterana vendedora.
Sin embargo, lo que más le duele es la tasa que paga. 70 euros por dos horas es demasiado. He hablado con el Ayuntamiento y me han dicho que si quiero ponga el puesto y si no, no. Mucho hay que vender para sacar algo limpio, resume. La jornada se inició con la venta de las roscas y la mesa de ofrendas y a mediodía era la misa de los romeros. Luego la parte musical y la barra con bebidas y platos habituales. «Es sobre todo un día de convivencia», resume el portavoz de la Hermandad de la Salud sobre la primera de las grandes romerías cacereñas.
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