¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Día de contrastes, con una parte antigua con gran afluencia de turistas, paseos céntricos con poco movimiento, bares que anunciaban su apertura como un hecho inusual y oficina de turismo llena. :: m.n.

Ciudad vacía, hoteles llenos

El bullicio del turismo en el casco histórico contrastaba ayer con la parte nueva: calles fantasmas y bares cerrados

ANA TRIMIÑO / J. CEPEDA

Sábado, 16 de agosto 2014, 10:55

El 'primaveral' verano de Cáceres, sin las altas temperaturas de otros años, ayuda. Pasear por la ciudad durante este puente del 15 de agosto no está siendo, como en ocasiones anteriores, un ejercicio de alto riesgo. Las previsiones meteorológicas, sin ningún tipo de alerta, así lo auguraban en los días previos al puente, lo que ha hecho que no sean pocos los que han optado por visitar la capital.

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Los hoteles de la ciudad no han permanecido ajenos a este hecho y, según las consultas realizadas por este diario, la mayoría de ellos presentan durante este puente unas cifras de ocupación que rozan el lleno, establecimientos donde, por regla general, han primado las reservas de última hora y con predominio, como es habitual, del turismo nacional. La imagen que ayer por la mañana presentaba la ciudad monumental así lo confirmaba.

Hoteles céntricos como el Don Fernando, situado en plena Plaza Mayor, cuenta con todas sus plazas ocupadas. Pero entre los que visitan la ciudad durante estos días, no solo prima lo céntrico. El cartel de completo también lo han colgado para este puente en el Hotel Palacio de Arenales, de cinco estrellas, en la carretera de Malpartida de Cáceres.

Otros, como es el caso del Alfonso IX, el Don Manuel, el Ágora o el Palacio de Oquendo presentan excelentes cifras de ocupación, así como el Atrio, situado en pleno casco histórico.

La Oficina de Turismo de la Plaza Mayor era ayer por la mañana un punto de visita obligado para los turistas,con un trasiego constante de visitantes que pedían informácion para pisar sobre seguro el recinto monumental. La estampa, incluso, se asemejaba, al menos en parte, a días de Semana Santa, fechas en las que la ciudad recibe el mayor porcentaje de turistas concentrado en uno días. Agosto, en cambio, es el mes que más visitantes tiene Cáceres.

De esta oficina salía ayer por la mañana la venezolana Cintya Cedeño, turista con inquietudes culturales. Con sus panfletos en la mano recién cogidos del punto de información, explica a este diario que echa de menos en ellos más especificaciones sobre la historia de la ciudad y sus monumentos. «Deberían incluir más referencias históricas, ya que todo viene explicado muy por encima». Es la segunda ocasión que visita la ciudad, «pero esta vez lo estoy haciendo más detenidamente porque ya la visité otra vez casi sin tiempo y me quedé con muchas ganas de ver más cosas».

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El turismo nacional es la nota predominante en las inmediaciones de las zonas turísticas. Con cuartel general en Trujillo, Jerónimo Montalt, de Valencia, visita la ciudad con su mujer. Es la primera vez que la pareja viaja hasta Cáceres y la conclusión es positiva. «Estamos muy satisfechos con lo que llevamos visto hasta el momento. La ciudad histórica es muy bonita y merece la pena el viaje», explica con conformidad. En su mano, un folleto del embalse de Alqueva, el lago artificial más grande de Europa, pensando aún si lo visitarán o no. «Creíamos que estaba más cerca de Cáceres, así que no sé si finalmente iremos hasta allí», concluye.

Contraste

Pero por la parte antigua no solo se dejan ver los turistas de lejanas latitudes. Aunque es de Serrejón, Julián Muriel es un habitual en la ciudad. En esta ocasión se encuentra apostado en la fachada de la concatedral de Santa María. «Vengo muy a menudo, sobre todo muchos fines de semana, y siempre que lo hago visito la parte antigua. Siempre se descubre algo nuevo», mantiene.

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El contraste con la ciudad nueva era, no obstante, evidente. Frente al bullicio del casco histórico, en cuanto el visitante se alejaba de la zona encontraba barrios fantasma, bares cerrados y aceras desangeladas. Y es que, como cada año, son miles los ciudadanos que durante estos días abandonan la capital para hacer escapadas a la playa, al campo o a los pueblos de la provincia, que concentran sus fiestas en torno al 15 de agosto.

Habitualmente, la 'huida' de cacereños en este puente de agosto suele ser tal que, incluso, algún establecimiento que se anima a abrir sus puertas lo anuncia a bombo y platillo a unos clientes acostumbrados ya a la mínima expresión de movimiento durante estas fechas. Es el caso del bar La Cafetera, establecimiento desde en el que, a última hora de la mañana, mostraban satisfacción por la caja realizada en un atípico día en el que muchos establecimientos de hostelería tenían el cartel de 'cerrado'.

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Los paseos de Cánovas y Calvo Sotelo eran buen termómetro para calibrar la actividad de una ciudad que a partir del lunes comenzará a retomar, en parte, el pulso habitual.

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