J. J. González
Sábado, 13 de junio 2015, 12:45
El nuevo escenario manda. La pérdida de su mayoría absoluta de hace cuatro años ha obligado a Elena Nevado a exhibir el diálogo como bandera, como principal compromiso de su segundo mandato como alcaldesa. Cuando tomó posesión en el primero, hace cuatro años, su discurso estaba protagonizado por la economía, con la austeridad y la eficacia como señas de identidad. Ahora, el tablero municipal es bien distinto y las alusiones al «diálogo fluido», «el acuerdo» y «el entendimiento» han sido referencias principales de la intervención de ayer, tras conseguir ser proclamada alcaldesa como candidata del partido más votado en las elecciones, el PP.
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Elena Nevado ha conseguido de nuevo ser alcaldesa de Cáceres, aunque en esta ocasión lo será con un Gobierno en minoría, respaldado por 11 concejales, frente a 8 del PSOE, cuatro de Ciudadanos y dos de CáceresTú, la candidatura de Podemos. En el pleno de constitución del Ayuntamiento celebrado al mediodía de ayer fue proclamada alcaldesa tras no haber conseguido previamente ni ella, candidata del PP, ni Luis Salaya, del PSOE, la mayoría absoluta necesaria, 13 de los 25 concejales de la Corporación, para poder ser elegidos. En la votación, llevada a cabo a mano alzada, Nevado tan sólo fue respaldada por los 11 ediles de su grupo y el socialista Luis Salaya por los 8 del suyo. Los cuatro concejales de Ciudadanos se abstuvieron, al igual que los dos de CáceresTú. De esta manera, al no conseguir ningún candidato los 13 votos precisos, a continuación fue proclamada alcaldesa Elena Nevado por ser la candidata del partido más votado en las elecciones locales.
Era lo previsto. C's había garantizado su abstención al haber firmado el miércoles un acuerdo con el PP para la sesión de investidura y tras haber tenido el viernes la confirmación de que Elena Nevado había registrado su dimisión como senadora, la primera condición que ponía para suscribir el acuerdo. El papel de este grupo era decisivo porque podría haber llegado a un acuerdo con el PSOE en vez de con el PP y, en este supuesto, habría votado al candidato socialista, Luis Salaya, quien hubiera podido convertirse en alcalde pero sólo sumando, además, los dos votos del CáceresTú. Este último grupo, sin el acuerdo a dos bandas entre Ciudadanos y el PSOE, carecía de poder decisorio en el pleno de ayer y por ello se abstuvo al considerar, además, que con el resultado obtenido en las urnas no podía aspirar a la Alcaldía, con tan sólo dos ediles, ni inclinarse, pues, por votar a su cabeza de lista, Consolación López.
La sesión de constitución de la nueva Corporación comenzó a las 12 horas, con un salón de plenos completamente lleno por la afluencia de gran número de familiares y amigos de los concejales. Entres las autoridades se encontraban el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, y la subdelegada del Gobierno, Jerónima Sayagués. También acudieron tres exalcaldes de la ciudad: José María Saponi, del PP, y Juan Iglesias Marcelo y Carmen Heras, del PSOE.
La Mesa de Edad fue presidida por la socialista María José Pulido, de 55 años, la mayor de la Corporación, y el concejal más joven, el también socialista Luis Salaya, de 26 años.
Los concejales tomaron posesión con el juramento o promesa de sus cargos sobre un ejemplar de la Constitución. Todos los ediles del PP y de Ciudadanos optaron por jurar, al igual que el socialista Francisco José Calvo mientras que el resto de su grupo optó por prometer, al igual que los dos representantes de CáceresTú, Consolación López e Ildefonso Calvo, quienes añadieron la reserva «por imperativo legal» al referirse a la lealtad al Rey y al compromiso de «guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado».
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PP junto a CáceresTú
El reparto de fuerzas hace que los concejales del PP compartan con CáceresTú una misma fila de asientos. Hay dos, una frente a otra, con 12 sillas cada una. Al estar la alcaldesa en la mesa presidencial, se pueden distribuir 10 concejales del PP y a continuación los dos del la agrupación impulsada por Podemos, una fuerza política que se sitúa ideológicamente en el polo opuesto al del partido conservador.
A las 12,30 había sido elegida ya Elena Nevado alcaldesa de la ciudad, su segundo mandato, el del Gobierno en minoría, muy distinto al de 2011, respaldado por una más que holgada mayoría absoluta de 16 concejales. Esta nueva situación tuvo su reflejo en el discurso que pronunció, en el que hubo reiteradas referencias a la necesidad de diálogo y de acuerdos, aunque también hizo un llamamiento a la lealtad de todos los miembros de la Corporación.
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«Los ciudadanos decidieron en las urnas que el partido por el que concurrí a los comicios fuera el más votado», afirmó en su intervención para añadir a continuación: «Pero también los ciudadanos lanzaron un mensaje sobre la necesidad de que los que tenemos estas responsabilidades de Gobierno lo hagamos desde el acuerdo, desde el entendimiento y desde un diálogo fluido, pero sobre todo, leal con Cáceres».
Hace cuatro años, en su discurso de investidura, instalada en la cómoda mayoría absoluta, las referencias principales fueron de carácter económico, de compromisos con el control del gasto, la austeridad y la transparencia en las cuentas. Aquella sesión de investidura de 2011 arrancó con un gesto que tenía que ver con esa vocación de austeridad: no se entregaron las medallas e insignias de concejal a quienes repetían en el cargo para ahorrar costes. Ayer se hizo lo mismo y sólo recibieron los atributos los ediles que son nuevos en la Corporación, en total 19. Cada estuche con medalla e insignia cuesta 360 euros.
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En el discurso de ayer aludió a la «responsabilidad compartida, indistintamente de si se tienen responsabilidades de Gobierno o en la oposición». Tras resaltar la lealtad como «punto de partida» y «premisa», añadió: «Podemos tener diferencias, podemos tener planteamientos que estén alejados, pero este punto es común a todos y la base sobre la que debemos construir esta nueva legislatura».
Consenso
En su intervención no cesaron las referencias al consenso: «Tenemos que respetar las diferencias y éstas no pueden convertirse nunca en un obstáculo». «Según dijo uno de los padres de la Constitución, la integración política sólo es posible en democracia mediante la negociación permanente, el consenso sobre lo fundamental y el pacto frecuente. La vía del diálogo es la única vía leal a la Constitución», añadió.
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Asimismo se comprometió a avanzar en la transparencia del Ayuntamiento y en la participación ciudadanos, otros dos pilares en los que sustentará el nuevo mandato como consecuencia, también, de las exigencias que plantea la oposición.
Cayetano Polo
Precisamente, el candidato de Ciudadanos, Cayetano Polo, manifestó ayer, a preguntas de este periódico, que está deseando ver «cómo se abren las puertas y ventanas del Ayuntamiento». Se mostró ilusionado y «con muchas ganas de trabajar por Cáceres».
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Por su parte, el socialista Luis Salaya también alude a la necesidad de que el nuevo Ayuntamiento «se abra mucho más a los ciudadanos» y a que el pleno, donde están representados todos los grupos, recupere competencias y poder frente a la Junta de Gobierno, donde sólo está el PP.
El consenso y la participación son dos características del nuevo mandato municipal que ahora se inicia, según señaló Consolación López, de CáceresTú: «A ver si es verdad», afirmó.
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