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Cristina Núñez
Jueves, 31 de diciembre 2015, 00:24
El próximo 20 de enero San Sebastián celebrará con una gran fiesta ciudadana el inicio de su año estrella. Será el foco cultural de todo el continente gracias a su título de Capital Europea de la Cultura logrado en 2011.
2002
Anuncio de la candidatura. El equipo de José María Saponi muestra su interés en participar en esta carrera.
2005
Apoyo regional. El expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra anuncia que respalda el proyecto.
2006
Constitución del Consorcio. Se crea una entidad regional para articular el proyecto.
2010
Presentaciones. Tras cuatro años de actividades, a lo largo del 2010 se presenta el proyecto en diferentes organismos. En Septiembre se presenta y se falla el primer corte. En 2011 se hace pública la ganadora, San Sebastián.
Comienza ese sueño al que Cáceres aspiró y que durante años supuso un horizonte que aportaba ilusión y esperanza a una ciudad con necesidad de echar gasolina a su autoestima. El 2016 ha estado en boca de los cacereños muchos años antes de que llegara. Lo hemos visto en camisetas, en pancartas, en globos, en imanes para la nevera. Nos suena familiar. Así que ahora, cuando dentro de unas horas se brinde por él, probablemente muchos tengan esa sensación agridulce de lo que pudo haber sido y no fue.
La carrera hacia la capitalidad cultural de 2016 empezó tímidamente, pero cogió ritmo dos años antes de que pasara por el tribunal que tiró por tierra la candidatura cacereña. 'Se rompe el sueño de Cáceres 2016', titulaba este diario el 1 de octubre de 2010. En efecto, ese funesto 30 de septiembre quedó roto en pedazos algo que se había convertido en una especie de motor para activar y modernizar la ciudad. Durante esos meses previos las actividades dentro y fuera se multiplicaron. Es un hecho que hubo efervescencia, pero, ¿queda algo de todo aquello? Algunos protagonistas de ese momento dan su parecer, con muy diferentes visiones sobre ese pasado reciente y su huella en el presente cultural de la ciudad.
Fue el año 2002 cuando el alcalde José María Saponi, del PP, anunciaba la participación de Cáceres a esta candidatura, pocos meses después de que lo hiciera Córdoba, la primera ciudad en iniciar esta carrera. Saponi cree que la gente «todavía recuerda lo que supuso la candidatura, y al llegar este 2016, muchos lo han pensado». Afirma que, «personalmente me quedó la satisfacción del esfuerzo hecho». Fue durante su primer mandato cuando empezó a armarse el puzzle. Aunque todo empezara en 2002, «hasta 2004 o 2005 no empezó a tomar forma». Asegura que fue «una hermosa aventura, en donde fue muy importante la unión de todas las instituciones y el apoyo de la Junta». En 2005 Juan Carlos Rodríguez Ibarra declaró sumarse a esta iniciativa. Un respaldo de la región que dio muchas alas y un millón de euros de presupuesto.
A mediados de 2007 Carmen Heras tomó posesión del cargo de alcaldesa con esta herencia y con la responsabilidad de sacar adelante este proyecto. Fue durante su periodo como primera edil cuando tocó definir las medidas a tomar. Pasado el tiempo cree que lo más importante de ese reto, lo que creó más poso, fueron las actividades «variopintas» que se llevaron a cabo y también «el urbanismo». «Y sobre todo queda lo que la cultura significa para cada una de las personas». Heras, que se mantuvo como alcaldesa hasta el año 2011, considera que la obra de la Plaza Mayor ha sido uno de los mayores legados del 2016, «y a estas alturas ya nadie duda de que quedó muy bien». Considera que para la hostelería también fue muy importante porque se llevaron a cabo planes para su reactivación. «En realidad», apunta, «no quedó ningún colectivo sin ayudas».
Una de las cosas más destacadas y que según Heras también sirvió para difundir la ciudad en el exterior fueron los congresos. «Hubo citas muy destacadas de médicos, de literatura...». También señala que la vida cultural fue rica. «Hubo espectáculos importantes, festivales que tomaron importancia, como el de Música Antigua...».
A Heras le tocó defender, junto a un equipo de gestores culturales, el proyecto de Cáceres 2016 el mes de septiembre de 2010 en el Museo Reina Sofía. Para la historia quedará su gesto de decepción y sorpresa y el abrazo de ánimo de Javier Pizarro, el redactor del proyecto, cuando vieron que no les habían seleccionado. Cáceres cayó en la primera vuelta, y de las 13 ciudades que se presentaron pasaron ese corte Burgos, Córdoba, Las Palmas, San Sebastián, Segovia y Zaragoza.
Poco más de medio año después se desveló que sería la ciudad vasca la que representaría a España en Europa. Heras considera que hubo «una mano que movió todo aquello». «A Cáceres le faltó tener un lobbie como las capitales del norte», explica. «Pero la carrera sirvió para mucho, no me gusta ese fatalismo cacereño de creer que las cosas no sirven para nada».
Consorcio
Lo que sí queda de esa carrera es el Consorcio que se constituyó para llevar a cabo todas las acciones relativas a la capitalidad. Las últimas noticias indican que la liquidación de ese órgano aún no se ha materializado. Tiene que renovar su Consejo Rector para proceder a la supresión del mismo. También queda la deuda de la Plaza Mayor, que asciende a un importe de 1.767.628 euros y está en proceso judicial.
La actual alcaldesa, Elena Nevado, era concejala del Ayuntamiento ese año 2010. «Lo que ha quedado es el poso de cultura, la ciudad se ha convertido en una referencia cultural en el país, no solo en la comunidad autónoma, nuestros festivales se llenan, es una ciudad que llena los teatros y que llena los conciertos», explicaba.
«La ciudad se implicó igual que se ha implicado con la capitalidad gastronómica que afortunadamente hemos ostentado este año». Los fallos del proyecto, indica, son «la falta de realismo, porque era un proyecto que contaba con muchas infraestructuras que no estaban presupuestadas».
Igual que se esfumó el sueño de 2016 desaparecieron los signos de la candidatura en el urbanismo. En 2004 se inauguró en la avenida Ruta de la Plata una rotonda dedicada a esta meta cultural, pero hace un año cambió su nombre y se dedicó al fallecido ex alcalde de la ciudad Manuel Domínguez Lucero.
Pesimismo
El optimismo de Nevado respecto a lo que quedó en la ciudad no lo comparten algunos agentes culturales de la ciudad. La pintora Abigail Narváez considera que aquello «fue un proyecto que nos llenó de ilusión a muchos artistas y gestores culturales de toda Extremadura, no solo de Cáceres», pero que «después del batacazo todo quedó igual o peor que antes». Asegura que el interés institucional por el trabajo de los creadores es nulo.
El dibujante y músico Fermín Solís cree que después de la debacle «la ciudad culturalmente esta de capa caída, veo siempre las mismas cosas, musicalmente no se apoyan a grupos locales, pero esto ya es cuestión de la sociedad en la que nos toca vivir mas que de la propia ciudad o sus gobernantes», apunta. La cantante Pilar Boyero cuenta que tiene que pensar detenidamente antes de contestar qué fue para ella ese año, dice que casi lo ha olvidado. «El espíritu murió o lo han matado, culturalmente no quedó nada, todo lo contrario, un rechazo a lo conseguido». Ella recuerda con cariño que pudo celebrar la primera y única semana de la copla, que fue un homenaje a su estudiado y querido maestro Solano.
El gestor cultural Marce Solís mira hacia el futuro y cree que el año se podría aprovechar para tomar la calle y, al margen de instituciones, volver a llenar la ciudad de expresiones culturales. Apela a todos los colectivos a recuperar una ilusión para no perder el 2016.
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