¿Qué ha pasado hoy, 22 de febrero, en Extremadura?
El personal de los despachos solo puede pasar a coger cosas. ::

Negocios que esperan volver a la rutina

En el edificio Santa Ana hay 13 empresas y despachos, cinco de las cuales están sin actividad por el siniestro

cristina núñez

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 23:43

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«Estoy aplazando citas hasta el próximo martes, que es el día en que yo espero poder atender a mis pacientes». Raquel Araguz Sobrino es una joven podóloga con clínica en Virgen de la Montaña 19. Desde el lunes, su trabajo ha sido llamar a todas las personas que estaban en la lista. «Entre 12 y 14 al día», detalla. Raquel cuenta con la doble condición de profesional y residente muy cerca de la zona siniestrada, ya que vive en el 21. «Yo sólo quería correr, vi las llamas y pensé que podría extenderse, me dio tiempo a vestirme y a coger a los bichos». Se refiere a los hurones y al perro, sus mascotas.

Raquel no ha sufrido daños materiales, pero sí el perjuicio en su negocio. «Estoy intentando reclamarle a la aseguradora por los días que no voy a trabajar». Por ahora, le han solicitado un certificado de los ingresos que tuvo el año pasado. «Pero no son los mismos, porque cada vez va mejor».

La chapa exterior del edificio Santa Ana por la entrada de Virgen de la Montaña 19 muestra un directorio nutrido de profesionales que ofrecen sus servicios allí. En realidad, tal y como detalla el portero, Emilio Romero, además de la consulta del odontólogo fallecido, Germán Juan Rodríguez Prieto, que llevaba ya unos meses cerrada, también hay otras oficinas que no están actualizadas. En realidad, las que funcionan y actualmente están en stand-by son cinco. Además de la clínica podológica está la oficina del administrador de fincas Manuel Morea y tres abogados en activo. La oficina de Mapfre ya no funciona en este punto, a pesar de que se mantiene un cartel.

En el despacho de Andrés Fernández Pulido trabaja la letrada Guadalupe Espada. «Nuestro despacho (en la segunda planta) está totalmente precintado, hemos tenido que sacar el disco duro como hemos podido, los ordenadores de casa no nos funcionaban, ha sido un lío y al final hemos podido sacar un ordenador grande y en el despacho de casa nos vamos apañando como podemos».

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Se han visto en la obligación de alquilar oficinas por horas para preparar su trabajo. El despacho en el que trabaja este equipo de abogados ha sufrido daños provocados por las mangueras de los bomberos. «Esperemos que el proceso no sea muy largo y se vayan agilizando las cosas», explica Guadalupe. «El cliente se solidariza contigo pero tienes que trabajar».

Apuntalado

Julio Espino es informático en el despacho de abogados Hermoso y Asociados. Este centro de trabajo se encuentra apuntalado. Explica que el lunes estaban contentos, porque la oficina se encontraba en perfecto estado. «No se había ido ni la luz». Más adelante les informaron de que debían instalarles seis puntales porque corrían el riesgo de que les afectara la demolición de un muro de la cuarta planta que está en mal estado. Estos trabajos todavía no se han llevado a cabo. Con el techo de esta oficina abierto, los abogados trabajan en sus casas y a través de la nube y cruzan los dedos para recuperar la normalidad.

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Sucede lo mismo en el despacho de Ángel Luis Aparicio. Su mujer y compañera, la letrada Ana Gómez, explica que por ahora, excepto las cosas «más urgentes», todo se está aplazando. «El ordenador nos lo hemos llevado y vamos trabajando como podemos, un compañero se va descargando los correos en casa y nos va informando por Whatsapp». Confía en volver cuanto antes.

La clínica dental Very Dents, ubicada en el número 19, funciona con normalidad, tal y como explican sus trabajadores, sin que parece que les afecte la falta de suministro de agua del resto del inmueble.

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El edificio Santa Ana tiene también acceso por el número 3 de periodista Sánchez Asensio, en donde hay seis despachos profesionales. Allí se trabaja con normalidad, a pesar del olor a humo de los pasillos y de que no tienen agua corriente. Máximo Díaz es también abogado. «Podemos dar gracias de poder seguir trabajando aquí, nos están llamando amigos, familias y clientes», cuenta. También en el 3 se encuentran los multicines. A eso de las cinco y cuarto de la tarde hay una fila considerable. Es día del espectador y la actividad es normal. A pesar de que la información del Ayuntamiento habla de que dos salas precintadas, desde el establecimiento no aportan datos y explican que se trabaja como cualquier día. El número 5 lo ocupa un bloque de oficinas que actualmente se encuentra sin actividad y con carteles que indican que está a la venta.

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