Casi 800 corredores convierten en una fiesta la media maratón cacereña

En la categoría femenina quedó en primer puesto Gema Martín Borgas, del Bilbao Atletismo, con un tiempo de 01:19:14, Begoña Mula, del club maratón Badajoz tardó 01:37:27 en cubrir el recorrido. El tercer puesto fue para Soraya Cantos San José con 01:38:34, Estela García Vicente (01:43:55) y Montse Mellado Román con 01:45:05.

Han participado menos personas que el año pasado, cuando se rozó el millar, pero un éxito para David Pozas, responsable de Puntaciones.net, la empresa encargada de la organización de esta cita. «Hemos cogido la licitación con muy poco tiempo, con 10 días», explicaba Pozas, que valoraba que la organización de esta prueba haya vuelto después de cuatro años a una empresa local.

El retraso en la contratación no evitó este sábado que esta carrera popular llenara de color y de la energía del deporte la Plaza Mayor y el resto de las calles de ciudad por las que discurrió esta prueba, que llega a su XVII edición con cambio de fecha y de hora. En esta ocasión ha sido vespertina, con la caida del sol a lo largo de la prueba, que se desarrolló con buena temperatura, algo de calor en un primer momento, por lo que se recomendaba a los corredores que se hidrataran bien.

Antes del inicio de la prueba la Plaza Mayor era un no parar de gente preparada para la prueba y acompañantes. Se habilitó una zona infantil para los niños.

Entre el público, variedad de edades y condiciones. Desde los novatos más absolutos hasta corredores persistentes.

«Hemos empezado a correr hace poco y nos hemos animado, explicaba ayer Rocío Piriz con gafas en ristre y toda la equipación para completar el recorrido y llegar como una rosa a la meta. En su caso iba a hacer el formato de los 10.5 kilómetros, un cuarto de maratón.

Alrededor de 2.500 personas han llegado a la ciudad para correr en la media maratón o acompañar a sus familiares. La estimación la hace David Pozas, responsable de Pulsaciones.net, la empresa encargada de organizar la carrera popular que ayer tarde llenó Cáceres. «Nos han dicho los hoteles que tienen un 97% de ocupación, si hubiera sido un fin de semana sin esta prueba tendrían aproximadamente un 80%», detalla. «Esta es una carrera en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, hay un premio a los corredores que hagan todas las ciudades que tienen este sello». Descubrir una ciudad y al mismo tiempo hacer deporte parece un tandem al que cada vez se va sumando más gente. Las terrazas de la Plaza Mayor estaban de bote en bote y en las dos heladerías no paraban de servir helados y granizadas.

Miguel Ángel Lázaro, de 52 años, es todo un veterano de las carreras populares. Pertenece al club Crazy Runners de Cáceres. Aunque le parecía que se notaba que ayer había menos público, consideraba que «se mantenía el espíritu», explicaba entre el fragor de los corredores a la espera de que empezara la carrera y mientras sonaban temazos discotequeros. «Lo importante es que disfrutemos». Junto con los miembros de su club recorre carreras de otras ciudades e incluso ha ido a Portugal y se plantean también franquear el territorio ibérico para ir a capitales europeas para calzarse las zapatillas.