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El hombre ahogado este domingo en las aguas del pantano de Valdesalor, entidad local menor de Cáceres, era residente de la capital cacereña, según confirmó este lunes a este diario Elías Hernández, alcalde de Torrequemada, localidad natal del fallecido. El varón, de 48 años de edad, era Juan F. C. B.
Unos turistas que se encontraban por la zona descubrieron el cuerpo en la tarde del domingo y llamaron directamente al 112. La Guardia Civil no ofreció detalles del resultado de la autopsia del cadáver, pero sí indicó que el cuerpo no presentaba signos de muerte violenta y que se encontraba a escasos diez metros de la orilla del embalse.
Una dotación de bomberos del Sepei de Cáceres, que acudió con tres efectivos, una zodiac y un vehículo ligero, se encargó de sacar a la orilla el cuerpo del hombre, donde la policía judicial llevó a cabo la correspondiente inspección ocular.
Juan F. C. B. hacía tiempo que residía en la capital cacereña y apenas iba a Torrequemada. El regidor indicó que desde hace unos dos años que murió la madre no se le había vuelto a ver. «Lleva dos años sin aparecer y ayer (por el domingo) la situación en el pueblo fue muy desagradable, por la aparición del cuerpo», reconoció Hernández, quien precisó que el fallecido trabajó una temporada en Carrefour.
Las circunstancias de la muerte de Juan F. C. B., cuyo cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, se desconocen. Los bomberos confirmaron que no había ninguna embarcación en el lugar donde se halló el cuerpo sin vida, una zona próxima a la presa, por lo que todo apunta a que estaba solo cuando se sumergió en el agua y encontró la muerte, cuyas causas están por determinar.
Hace años que no se producen ahogamientos en este embalse, una zona más dedicada actualmente a la práctica de la pesca que al baño, aunque en su día llegó a solicitarse un puesto de socorrismo de Cruz Roja, cuando no había piscinas públicas.
La alcaldesa de Valdesalor, Susana Bermejo, hizo un llamamiento a la calma. Aseguró que los últimos ahogamientos en el pantano sucedieron «hace bastante tiempo» y que en los once años que lleva en el cargo «no se ha registrado ninguno», hasta el domingo pasado.
Décadas atrás los equipos de salvamento de la época recuperaron el cuerpo de una niña de diez años en 1986. Se trataba de Ana I. M. H., que se ahogó durante la excursión organizada por un colegio cacereño, al caer sumergida en el agua, al parecer, tras haber sufrido un paro cardíaco. Un año después, otro menor, un niño de 13 años, J. M. V., natural de Cáceres, fue rescatado con vida por la Cruz Roja de este mismo embalse, pero falleció finalmente en el hospital.
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