

Secciones
Servicios
Destacamos
Las gélidas temperaturas que ha dejado este fin de semana la borrasca 'Filomena' a su paso por la capital cacereña, y que ... se van a mantener durante la semana, con heladas y mínimas por debajo de los cero grados, según la predicción meteorológica, han obligado al Ayuntamiento y a las organizaciones que integran el protocolo de la ola de frío, a reforzar la atención a las personas sin un techo bajo el que cobijarse del mal tiempo.
De este modo, el Centro de Emergencia Social (CES), instalado en el edificio del Obispado en la calle Clavellina, permanecerá operativo las 24 horas mientras continúen las más que frescas jornadas invernales de este enero. Desde el Gobierno local confirman este extremo y manifiestan que este horario se prolongará «el tiempo que sea necesario». El albergue, gestionado por Cáritas, abría hasta este domingo pasado desde las seis de la tarde hasta las diez de la mañana siguiente, ofreciendo ya un servicio más extenso respecto del que prestaba años anteriores en el centro franciscano de Ríos Verdes, adonde los usuarios entraban a las 22.00 horas, solo para pernoctar.
En principio, al menos durante esta semana, las personas que ocupan las nueve plazas del CES (no hay ninguna libre), podrán resguardarse aquí del temporal la jornada completa. Cáritas está reorganizando su personal al incrementarse el horario asistencial. Hasta hace dos días, contaba con un par de guardias de seguridad que se turnaban y una trabajadora social de tarde.
Si días atrás los sintechos accedían a la que fuera Casa del Sacerdotado a partir de las 18.00 horas, con las condiciones actuales, los usuarios, que salen a primera hora para abastecerse de los alimentos que les brindan las Hijas de la Caridad en su comedor social (el CES sirve desayuno y merienda pero no las comidas principales, almuerzo y cena), pueden regresar al alojamiento por la mañana. Así no se ven obligados a pasar el día vagando por la ciudad por el cierre de la instalación, como sucedía antes.
«Sabemos que han sido días muy fríos y que a partir de ahora vienen temperaturas bajo cero por las noches», reconoce la edil de Asuntos Sociales, María José Pulido, quien subraya que estas circunstancias, junto con las restricciones impuestas para frenar los contagios por covid, han llevado a la concejalía a ajustar el servicio a estas necesidades.
«El interés del IMAS es que no pase nadie la noche fuera, que todo el mundo esté bajo cubierto, por eso estamos intentando llegar a todas las personas ofreciéndoles recursos habitacionales. Si el CES y Vida están llenos, pues le ofrecemos una plaza en un hotel», matiza la concejala.
Unidades de Cruz Roja y DYA se encargan de batir cada noche las calles de la ciudad para localizar a quienes duermen en cajeros de sucursales bancarias o en las aceras, prestarles ayuda e informarles de los recursos disponibles para pasar la noche, realizando incluso los traslados.
Cruz Roja monta el operativo de lunes a jueves, mientras que los voluntarios de DYA toman el relevo las tres noches del fin de semana. Delia Álvarez, voluntaria de Cruz Roja y coordinadora del protocolo ola de frío, señala que la semana pasada localizaron en la vía pública a unas «cuatro o cinco» personas, cuando el máximo identificadas a primeros de noviembre, al activarse el protocolo, fueron 13. «Algunas de ellas estaban en cajeros pero otras a la intemperie, que estremece verles con este frío», ilustra la voluntaria, al tiempo que agrega que estas personas se encontraban en Moctezuma, la calle Pintores y la Plaza Mayor. «Nos aseguramos de tener mantas a diario suficientes, ahora estamos dando dos, y llevamos dos termos con caldo y leche para que tomen algo caliente», detalla.
Alejandro Márquez, secretario de DYA y voluntario, declara haber percibido menos personas sin hogar por la ciudad debido a la pandemia y al toque de queda. Este pasado fin de semana realizaron 12 intervenciones, atendiendo a cuatro usuarios cada noche. «Todos rechazaron traslado al CES Clavellina», indica. La asociación, como Cruz Roja, repartió mascarillas quirúrgicas, sopas, cafés y bollería.
En cuanto al Centro Vida, que también dirige Cáritas, tiene igualmente sus 16 plazas mixtas cubiertas. Está integrado en el protocolo y se puede acceder solo si tiene disponibilidad. Es una residencia para media y larga estancia en la que sus residentes participan en programas de acompañamiento para su reinserción social y laboral. La libertad de movimiento de sus usuarios se ha visto reducida para garantizar la seguridad sanitaria. «Salen a hacer las gestiones necesarias, con la máxima precaución y el mínimo tiempo posible», recalca Olga Salado, de Cáritas.
La semana que viene la concejalía de Asuntos Sociales y todas las entidades del protocolo tienen previsto reunirse para evaluar y medir la eficacia del mismo, según avanzó Pulido a HOY.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las olimpiadas de la FP cántabra
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.