El albergue municipal de Cáceres reabre el lunes para acoger a refugiados ucranianos

La presencia de refugiados procedentes de la guerra de Ucrania cada vez es más visible en Cáceres, en donde Accem, la organización que trabaja para el Ministerio de Migraciones, ya ha acogido a 76 familias desde el estallido de la guerra. En total dispone de 84 plazas de primera acogida en hoteles y pisos y, una vez cubiertas, se utilizará el albergue de Valhondo, que ya está preparado para abrir sus puertas el próximo lunes, indica esta organización humanitaria, cuya sede regional se encuentra en la capital cacereña y que trabaja para la acogida de migrantes y refugiados de diferentes puntos del planeta. En las últimas dos semanas han llegado a la ciudad un total de 24 personas.

Según indica el Ayuntamiento de Cáceres, este espacio, que no estaba operativo desde septiembre de 2020, tras su apertura de emergencia durante la pandemia para alojar a personas sin hogar, cuenta con 18 habitaciones y capacidad para 60 personas en total. El consistorio informa de que actualmente se trabaja en la movilización de recursos «para facilitar la acogida e integración de las personas que han huido del conflicto bélico, teniendo en cuenta, además, que están llegando a nuestra ciudad personas especialmente vulnerables como son niños y niñas y mayores».

Además de la cesión del albergue se está gestionando «de una manera ágil» su empadronamiento para que puedan acceder a matriculaciones escolares, asistencia sanitaria, ayudas sociales y otros servicios que contribuyan a mejorar su situación y su bienestar. Por otro lado, se están canalizando desde el IMAS las solicitudes de acogimiento por parte de familias cacereñas a la Dirección General de Infancia y Familia y también se están coordinando, a través de la Mesa Técnica de Inmigración y Refugio, con las distintas asociaciones e instituciones que trabajan con la población, todas las actuaciones de apoyo que den respuestas a las necesidades que van surgiendo (social, económicas, administrativas o psicológicas).

Ya hay niños ucranianos recibiendo clases en varios centros escolares cacereños, y en estos días de vacaciones algunos han participado en campamentos escolares en donde conviven con pequeños de la ciudad.

Desde el estallido de la guerra en el país eslavo se han articulado diferentes acciones solidarias en la ciudad por parte de instituciones y de particulares, que han recogido víveres o han participado en caravanas solidarias para entregar material humanitario o acoger a refugiados.

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