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Camino antiguo, cortado por un muro. El camino histórico parte de Aldea del Cano y a unos 500 metros se topa con un muro que impide el paso por la finca de la propiedad que lo cerró hace 30 años. Es el camino que el pueblo quiere ahora que vuelva a ser público. :: LORENZO CORDERO
Aldea del Cano pide recuperar un camino histórico para acceder al pantano

Aldea del Cano pide recuperar un camino histórico para acceder al pantano

Desde hace dos años los vecinos se han quedado sin el acceso de la N-630 tras ser cerrado por los propietarios de la finca por donde pasa

J. J. González

Cáceres

Lunes, 11 de diciembre 2017, 07:35

«Es un camino histórico, de toda la vida. Antiguamente se iba en burro o en caballo a Casas de Don Antonio o a los molinos». Así lo resalta Isidoro Hisado Polo, vecino de Aldea del Cano, de 74 años, sobre el hecho de que esta antigua vía pública se tope con un muro de piedra levantado hace más de 20 años por el propietario de una finca privada que impide a los habitantes de esta localidad acceder en vehículo hasta el pantano para pescar o pasar el día. Es la reivindicación que comparten los vecinos, y que abandera el propio Ayuntamiento, con su alcalde al frente, Miguel Salazar, al haber sido privados de otro acceso, el camino que se habilitó desde la carretera N-630 cuando se construyó el pantano de Aldea del Cano en 1988. Discurre por las fincas del mismo propietario, que lo cerró en 2015. Desde entonces, los pescadores y cualquier otro vecino se ven obligados a llegar al pantano a pie por la ribera del arroyo que discurre hasta el embalse.

Se puede decir que la localidad de Aldea de Cano está inmersa en una lucha por la recuperación de un camino público y de carácter histórico, denominado de los Griles, aunque el Ayuntamiento de Cáceres, a cuyo termino municipal pertenece, no lo haya incluido en su catálogo de caminos públicos, aprobado el pasado mes de mayo y pendiente de su ratificación definitiva una vez se resuelvas las últimas alegaciones. El inventario recoge 204 caminos, con un total de 1.093 kilómetros. El problema para los vecinos de Aldea del Cano es que entre esos 204 no está el de los Griles.

El alcalde de la localidad, de 650 habitantes, Miguel Salazar, considera que si estuviera recogido en el catálogo, el acceso estaría reconocido y sería una alternativa al vial de la N-630, que fue cerrado en 2015 por la propiedad con el aval de sentencias judiciales que reconocían su derecho a a recuperar la titularidad del terreno del camino, ocupado por la administración regional cuando fue construida la presa.

«Queremos compatibilizar el derecho a la propiedad con el derecho al disfrute de unas aguas públicas»

Miguel Salazar Alcalde de Aldea del Cano

La Junta de Extremadura, en un escrito de la Consejería de Medio Ambiente y Rural dirigido al Ayuntamiento de Aldea del Cano en enero de 2016, reconoce que ese camino de acceso a la presa desde la N-630 «es de titularidad privada», aunque existe una servidumbre de paso para el personal de vigilancia y control del pantano. El propietario tuvo derecho a la reversión de los terrenos expropiados para hacer la presa y el acceso al no utilizarse para regadío.

El alcalde de Aldea del Cano reconoce el derecho del propietario a cerrarlo, pero por eso mismo señala la necesidad que tiene el pueblo de recuperar el otro camino, el considerado histórico, el de los Griles, que también puede servir para llegar a la presa en coche, a pesar de que lleva en desuso muchos años y se ha difuminado el itinerario a partir del muro de piedra que lo interrumpe, como cierre de las fincas del mismo propietario. Puede hacer 30 años desde que se levantó el muro.

«El camino de los Griles es un camino histórico, de toda la vida y se podía ir a Casas de Don Antonio»

Isidoro Hisado Vecino

Los más veteranos, como Isidoro Hisado, recuerdan que antiguamente se utilizaba para ir a los molinos que existían en el Arroyo de Nogales, o también para ir a Casas de Don Antonio. Con la construcción del pantano quedó interrumpido por las aguas, «pero no perdería su carácter hasta el margen del embalse», señala en su escrito la Junta de Extremadura, que recuerda que tampoco pierde su carácter público «por el hecho de no estar claramente visible en el terreno ni por el tiempo transcurrido sin ser transitado, dado que los caminos públicos son imprescriptibles». Se da la circunstancia de que un primer tramo pertenece al término municipal de Aldea del Cano y está reconocido como público, pero a los 500 metros se topa con el muro levantado por la propiedad y a partir de ahí ya es término municipal de la capital cacereña, sin tal catalogación como público. Así, la Junta señala en su escrito dirigido al Ayuntamiento de Aldea del Cano que el camino es competencia exclusiva del Ayuntamiento de Cáceres y que no estaba incluido como tal en el catálogo, el de la segunda aprobación provisional, publicado en 2015.

Miguel Salazar

Miguel Salazar reconoce que su Ayuntamiento no presentó alegaciones en tiempo y forma al catálogo, pero ello no le impide solicitar que sea incorporado al inventario de caminos: «queremos compatibilizar el derecho a la propiedad con el derecho al disfrute de las aguas públicas», afirma e insiste en que el pueblo de Aldea del Cano «no puede perder ese derecho y no queremos que se nos pueda privar de acceder a unas aguas de dominio público». Cuando habla de poder acceder se refiere a que sea posible el tránsito por el camino alternativo, el de los Griles, con su debido acondicionamiento, para lo cual podría colaborar el Ayuntamiento con la instalación de un paso canadiense, por ejemplo, al tratarse de una explotación ganadera.

Camino de la N-630, cortado en 2015 . Es el camino de acceso que se habilitó cuando se construyó la presa de Aldea del Cano, en 1988. La propiedad de la finca lo cerró en 2015, para lo cual tenía reconocido su derecho a la reversión de los terrenos que fueron expropiados para hacer el pantano.

La Junta subraya que el de los Griles es un «camino histórico» que tiene su origen en el camino 'de los Molinos' o 'del Molino de Nogales', y que hay «numerosas referencias cartográficas», con planos históricos de 1897 y 1898, pertenecientes al Archivo Histórico del Instituto Geográfico Nacional y posteriores.

Con las explicaciones de la Junta de Extremadura, Miguel Salazar se dirigió por escrito en febrero de 2016 a la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, para trasladarle la inquietud de Aldea del Can o y su deseo de recuperar el camino público de los Griles ante el cierre del acceso al pantano por la N-630. Salazar argumentó a la alcaldesa la necesidad de poder contar con un camino que permita a los aldeanos, a los cacereños y a los ciudadano de cualquier lugar llegar hasta la zona del pantano «para poder disfrutar de ese entorno público». Por ello pide que se incluya en el catálogo de caminos. El alcalde se muestra dispuesto a negociar y a llegar a un acuerdo con la familia propietaria, que reside en el Aldea del Cano (el matrimonio formado por María Luisa Lillo e Isidro Silos Gamonal): «ellos también son vecinos del pueblo y apelamos a su colaboración», afirma.

«Yo suelo ir a andar y dar la vuelta al pantano y considero que hay que tener un acceso público»

Fernando Solana Vecino

Aunque los pescadores son los más afectados, también lo son los vecinos que solían acudir al pantano para pasear o pasar el día. Es el caso de Fernando Solana: «yo suelo ir a andar y a dar la vuelta al pantano y considero que hay que tener un acceso público». En parecidos término se expresa Marisol Corrales, concejala del Ayuntamiento: «yo iba los domingos para pasar el día, pero ya no puedo». Por su parte, Adrián Manzano, pescador, señala que no puede ir al pantano a pie por la ribera del regato, debido a las dificultades del terreno: «antes iba en coche y ahora no puedo. Tendría que dejarlo y luego recorrer cargado con los aperos de pesca un kilómetro por el regato. Así no se puede».

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