Parar de forma cautelar el proyecto budista que la Fundación Lumbini promueve en el monte Arropez de Cáceres. Este es el objetivo que se ha propuesto la organización agraria Asaja Extremadura y por ello registrará sendos escritos ante el Ayuntamiento cacereño y la Junta ... de Extremadura. Se trata, no obstante, de una petición temporal. Así lo ha explicado este jueves el presidente de Asaja, Ángel García Blanco, quien ha especificado que la suspensión cautelar sería hasta que se delimiten «los espacios reducidos de todas las zonas ZEPA (zona de especial protección para las aves) de Extremadura en beneficio de los agricultores», ha señalado.
Publicidad
Hay que recordar que, hoy por hoy, lo que está previsto en Arropez, afectado por la ZEPA Llanos de Cáceres-Sierra de Fuentes, es instalar una parte del pabellón que Nepal llevó a la exposición universal de Milán de 2015 y una gran estatua de Buda. Para ambas intervenciones no sería necesario modificar la zona protegida, que sí habría que cambiar para ejecutar el macrocomplejo original, un trámite iniciado por la Junta de Extremadura a nivel regional, en el que Europa tiene la última palabra y que se antoja largo y complicado.
«La Junta de Extremadura, en el descuento de la anterior legislatura, inició una modificación legislativa para evitar el derribo del complejo de Valdecañas y de paso, de un modo soterrado, para excluir al cerro Arropez de la actual catalogación, de tal suerte que dejaría de ser espacio protegido. Conviene hacer saber que el terreno donde pretende ejecutarse el proyecto es de naturaleza pública, propiedad del Ayuntamiento de Cáceres y, por tanto, de todos los cacereños, y se lo van a regalar a una fundación privada, para ejecutar un proyecto vestido como religioso, apoyado por la junta militar golpista de Myanmar (antigua Birmania) y de oscuros intereses económicos», ha dicho García Blanco.
En realidad, lo que se plantea no es la cesión de los terrenos por parte del Consistorio, sino la cesión del uso del suelo. Este trámite todavía está pendiente de resolver, al igual que la concesión de las licencias de construcción y permiso de obras para la instalación del pabellón de Nepal y para la instalación de la estatua de 47 metros de altura. Asaja alerta al Ayuntamiento de las «graves consecuencias de enajenar o ceder para un interés privado» el espacio que, a su juicio, debería ser el cinturón verde de Cáceres, «pudiendo incurrir en prevaricación». «Dediquen los recursos de Buda a la Ribera del Marco, que son más necesarios», ha dicho el presidente de la organización.
Publicidad
Ángel García Blanco
Presidente de Asaja Extremadura
Ángel García Blanco también ha lanzado un mensaje al ejecutivo de María Guardiola. «El Partido Popular, que actualmente gobierna en nuestra región, llevaba en su programa electoral la reducción de los espacios protegidos. Por ello instamos a la Consejería de Agricultura a iniciar el proceso de reducción de la superficie afectada por los mismos y que vuelvan al mundo rural para un desenvolvimiento normal sin limitaciones de la agricultura y ganadería y cesen las restricciones que está llevando a Extremadura a ser el prototipo de la España vaciada», ha dicho al tiempo que ha exigido transparencia para saber en qué se han invertido los 300.000 euros en subvenciones concedidos a la Fundación Lumbini.
Dicho todo esto, García Blanco ha precisado que no está en contra del proyecto budista, pero pide una igualdad de trato para el campo extremeño y para los agricultores. «No estamos en contra del proyecto en sí. Lo que queremos es que nos traten igual que a cualquier otro tipo de proyecto que se presenta ante la administración. Parece que nosotros somos los olvidados. Una vez que se reduzcan las restricciones, por nosotros como si hacen una piscina, una mezquita o una catedral en el monte Arropez. Que hagan lo que venga bien y genere puestos de trabajo», ha zanjado.
Publicidad
El cambio de gobierno en la capital cacereña tras las pasadas elecciones municipales ha supuesto un cambio de guion en el proyecto, tal y como se había planteado, ya que el alcalde, Rafael Mateos, parece tener bastante claro que no quiere que se haga una instalación provisional. A su juicio, debe hacerse el macrocomplejo de una vez. O nada. Así lo manifestó durante la campaña electoral y se lo trasladó el pasado 3 de julio a la delegación nepalí que visitó el Consistorio.
En la rueda de prensa ofrecida tras la recepción, Mateos descartó que pueda colocarse la figura de 47 metros sin que haya garantías legales de que el resto del complejo turístico y religioso vaya a poder darse de la forma en la que estaba proyectado.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.